La idea de sumar dos pequeños perritos a la casa de Gran Hermano empezó como una secuencia a pura ternura pero podría haber terminado como una muestra de negligencia e irresponsabilidad y convertirse en un escándalo a nivel mundial cuando, el lunes, Caramelo se cayó a la pileta.
Luego de ese lamentable episodio que hizo poner el grito a más de uno, Santiago del Moro decidió advertir a los participantes que tienen que reforzar su atención. Más ahora, que entraron familiares a la casa, ya no hay excusas.
Y en la noche del miércoles, en medio de una gala de nominación inusual, Del Moro habló con firmeza antes de comunicar que Fabián, el sobrino de Romina, sería el primer eliminado de esta nueva partida de parientes de jugadores.
"Por favor, cuiden mucho a los perritos, a Caramelo y Mora. Los tienen que cuidar, los tienen que proteger", empezó Santiago, muy serio y preocupado por la supervivencia y el bienestar de los cachorritos que quedaron en segundo plano con la llegada de los nuevos.
Y agregó: "Ahora son muchos para cuidar a las mascotas. Si ustedes no están capacitados o sienten que tienen la cabeza puesta en otro lado, nos lo dicen y veremos qué decidimos con la producción".
"Sé que los aman, pero lo que pasó el otro día podría haber pasado a mayores y es un tema muy delicado el cuidado de nuestras mascotas", cerró, a la par de que todos asentían, serios y avergonzados por lo sucedido aquella noche de emociones en los que los perdieron de vista.
“¡Se cayó!”, había gritado Camila al descubrir al perrito sumergido en la piscina. “¿Quién se cayó? Pobrecito…”, atinó a decir Gladys, la mamá de la Tora, mientras todos se apuraron a salir a socorrerlo.
“Chicos, cómo se cayó Caramelo…”, reflexionó más tarde Julieta, a lo que Nacho la interrumpió para frenar toda conversación: “No se habla de eso”. Lucila por su parte se sumó a esa postura: “No se habla más”.