Si Ricardo Fort adoraba los medios, las cámaras y se entregaba en cuerpo y alma para ser famoso, su hermano Eduardo es todo lo contrario: prefiere el perfil bajo y la nula exposición. El tema es que es novio de Rocío Marengo, una de las mujeres más conocidas del país, y ese choque de intereses hizo eclosión ayer en La Academia de Showatch: en medio de una crisis de llanto, la modelo fue con todo contra su pareja y hasta amenazó con ponerle punto final a la relación.
Marengo y Fort, uno de los herederos del imperio chocolatero fundado por su padre, están juntos hace 8 años. Los primeros cinco los pasaron en el más absoluto de los silencios: él se había separado y en los medios faranduleros siempre hubo un halo de misterio sobre alguna "coincidencia de tiempos" entre el final de su matrimonio y el comienzo del noviazgo con la actriz. El blanqueo tampoco fue televisisvo ni rimbombante: unas fotos en las redes sociales, alguna cosa escrita allí, y nada más.
Marengo siguió con su carrera profesional. Pasó muchos años en Chile -donde es tan famosa y querida como acá- y se volvió una experta jugadora de realities. Lo confirmó en su regreso a la Argentina. Primero en MasterChef Celebrity (en la versión trasandina llegó hasta la final) y ahora en Showmatch, donde se transformó en una de las participantes más importantes y revoltosas. Ultimamente, en algunas emisiones venía reclamándole a su novio, a Eduardo Fort, que la acompañara para apoyarla. Nunca sucedió.
Ahora llegaron la explosión y el desahogo. Después de escuchar la devolución del jurado, Marcelo Tinelli notó algo llorosa a Rocío y quiso saber qué le pasaba. Y como dice Moria Casán, todo lo que se guarda, en algún momento tiene que salir. "Hace 8 años que estoy en pareja y estoy colapsada de estar remando, de estar en el dulce de leche tratando de salvar la relación. No salvarla, porque está todo bien, pero digo: estamos hace 8 años.. ¡Y no es capaz de venir a acompañarme! Se hace el que ma apoya... ¡Y estoy harta, repodrida!", expresó Marengo en un grito que recibió un amplio apoyo.
Con la puerta de las emociones abierta de par en par drenó todo lo demás que tenía adentro. "Ocho años que estoy al lado de él, bancándome a la ex que me sale a putear por todos lados y a tratarme de prostituta. Soy su mujer hace 8 años y no es capaz de venir a apoyarme. ¿Qué le da, vergüenza?", se preguntó.
"8 años hace que estamos juntos, y me las banqué todas. Me banqué a la ex tratándome de prostituta. Y no es capaz de venir a bancarme, que se lo estoy pidiendo. ¡Estoy harta, colapsada y cansada de remar sola!".
"Me mintió, me dijo que era porque no tenía la vacuna, se fue a Estados Unidos a ponerse la vacuna, un mes a rascarse las pelotas...y no es capaz de venir. Entonces me da lo mismo: Eduardo Fort, hacete cargo. Tenés una novia. ¿No querés venir? Chau, Flaco.", resumió.
"Vos, Marcelo, presentame un candidato, no sé... estoy hasta acá, repodrida de remar sola. ¡Siempre sola! Vengo cargando una mochila. Toda su familia me ama, me gané el cariño de sus hijos y de su familia. Pero él como hombre se tiene que poner los pantalones. ¡Ocho años te banqué, Eduardo Fort, estoy hasta acá de todo. De tus tiempos, de tus bolas pesadas. ¡No lo merezco!", sumó.
"El como hombre se tiene que poner los pantalones. ¡Estoy hasta acá de todo, Eduardo Fort! De tus tiempos, de tus bolas pesadas!. ¡No lo merezco! Yo le banqué todas y él a mi no".
"Un tipo que después de ocho años no se la banca por mi, y yo me banqué todas. El por mensaje está enamorado, feliz, pero le pedí que viniera a bancarme y no viene. Me siento más liviana. Lo tendría que haber dicho antes. Los medios me ponen "la novia de Eduardo Fort", ¡Flaco, soy Rocío Marengo! Hace 20 años que la estoy peleando. Si está tan enamorado como dice, que venga y se pare acá. Si tiene huevos, que lo haga. Y si no, chau", concluyó antes de recibir el abrazo del conductor y de todos los miembros del jurado.