Pampita atrae, desde hace décadas que se erige en una figura tremenda del país. Todo lo que orbita a su alrededor genera interés y siempre las cámaras se posan en su vida. Perseguida eternamente por los paparazzis, la modelo padece el asedio por su intimidad.
En la actualidad, Carolina Ardohain disfruta del matrimonio con Roberto García Moritán, una relación relámpago que explotó su corazón y a los pocos meses de conocerse decidieron pasar por el altar. La morocha emana un aura de felicidad al lado del empresario gastronómico.
Claro que antes surcó por decenas de romances, de rumores, de versiones. Muchas informaciones confirmadas, y chequeadas, y muchas otras sin asidero, pero que igual le valieron las líneas en las revistas del corazón.
En su época en Santa Rosa, Carolina se anotó en un concurso organizado por Kosiuko, logró ganar como representante de su provincia y se enamoró del gerente de marketing de esa marca Sebastián Vivona. Con el ejecutivo vivió en Capital Federal, mientras trabajaba en un local de ropa en Galerías Pacífico.
Luego en un viaje a Punta del Este conoció a Nicolás Palacios, un surfer y empresario gastronómoico, que era hijastro de Franco Macri e inició una relación amorosa, que no perduró mucho más que unos meses.
En 2001, ya instalada en su carrera como modelo top, la morocha sintió un flechazo profundo e intenso por el polista Martín Barrantes, con quien se casó en octubre de 2002. Un matrimonio que atravesó rápidamente por crisis y se separó a mediados del 2004. De hecho, al tiempo el exmarido le inició juicio por adulterio, dado que Carolina quedó embarazada de Benjamín Vicuña cuando no habían salido los papeles de divorcio.
El actor chileno significó el gran amor de la vida para Pampita, el hombre más importante, con quien compartió diez años. Con el trasandino encontró estabilidad, cobijo, seguridad y magia. Fue el padre de sus cuatro hijos: Blanca, Bautista, Beltrán y Benicio. Claro que la historia terminó mal con todo el escándalo que implicó descubrirlo con la China Suárez, en el famoso motorhome durante el rodaje de El hilo rojo.
Después de toda la angustia, y tristeza, por la ruptura con Benja, Pampita se involucró sentimentalmente con Nacho Viale. La historia alcanzó un reconocimiento público, dado que Mirtha Legrand llegó a confirmarlo en su programa de televisión. Sin embargo, el amor no perduró y se acabó a los meses.
En 2016, Carolina volvió a confiar en la posibilidad de enamorarse con el vínculo Pico Mónaco. La pareja ganó todas las portadas de las revistas, inundó todos los medios y adquirió enorme visibilidad. Tras un tiempo prolongado de armonía y mucha complicidad aparecieron las dificultades y en 2018 se separaron.
Tras la culminación del lazo con el tenista, Pampita salió con Pablo Pieres, un polista. Aunque nunca blanquearon el noviazgo, porque la relación transitó por compartir momentos y divertirse juntos.
Obviamente los candidatos nunca le faltaron a una de las mujeres más despampanantes del país. En 2019 experimentó un romance con Mariano Balcarce, un empresario marplatense al que conoció por Instagram. La energía fluyó entre ellos, se mostraron juntos en varias apariciones públicas, pero al cabo de cinco meses determinaron el punto final.
Y en ese mismo año, otra vez el amor tocó sus puertas con Roberto García Moritán, quien emprendió una conquista muy romántica y ganó su corazón. A los poquísimos meses de noviazgo, el empresario gastronómico le pidió casamiento, que se concretó en noviembre pasado.
También existieron rumores con poco sustento, como algún intento de vincularla con Nico Occhiato o Chano. Lo cierto es que Carolina ya construyó su vida al lado de Moritán.