Gran Hermano se convirtió en uno de los mayores éxitos de los últimos años. El reality comenzó en octubre del año pasado y terminá a finales de marzo donde se definirá el ganador de los casi 20 millones de pesos. Los jugadores están transitando la recta final y enfrentan un gran problema: no pueden conciliar el sueño.
La entrada de los familiares trajo aires nuevos a la casa y gracias a su hermana, Marcos ganó el liderazgo y una moto eléctrica para disfrutar cuando salga de la casa más famosa. Con el poder en sus manos, el salteño decidió elegir a una de las mujeres que había quedado en placa ayer: Camila, Julieta, La Tora y Romina. Después de mucho pensarlo decidió salvar de la placa a Romina, quien se transformó en una de las 5 finalistas.
"Doy vuelta y vueltas y no puedo dormir. Me daba vueltas la cabeza. Me voy a acostar y se me vienen pensamientos que no tengo durante el día", le contó preocupada Valentina a Romina. La ex diputada le dio la razón y le contó por qué cree que le pasa eso: "Es que uno piensa mucho acá y se hace la cabeza".
Romina recordó las primeras semanas de competencia cuando eran 18 participantes y conciliar el sueño era un privilegio. "Cuando éramos 18 yo llegué a dormir afuera para poder descansar", le confesó. "Con esto te das cuenta que el sueño es importantísimo para todos", agregó la hermana de Marcos.