La China Suárez no para de estar en el ojo de la tormenta tras salir a la luz su apasionado affaire con Mauro Icardi, a escondidas de Wanda Nara.
El escándalo parece no tener punto final ni mucho menos ahora que ella hizo su descargo en un mano a mano con Alejandro Fantino, donde dejó bien en claro que "a los únicos que les voy a dar explicaciones es a mis hijos".
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Lejos de hacerse problema por la gran cantidad de críticas que recibió y recibe por haber estado con el futbolista del PSG, la joven sigue su vida con total normalidad y se muestra muy sonriente en sus redes sociales.
Este miércoles, llamativamente la actriz decidió volver a mostrar las reformas que se encuentra realizando en su nueva casa de campo, en Pilar, la cual la habría comprado Benjamín Vicuña poco antes de su separación.
A través de historias de Instagram, la artista compartió avanza la obra en el hogar donde se mudará con sus tres hijos, Magnolia y Amancio, los hijos que tuvo con el actor chileno, y Rufina, fruto de su relación con Nicolás Cabré.
“Buen día, vuelven las historias de la refacción de la casita. Tengo novedades, va avanzando, así que al que no le interese el tema de las refacciones, puede saltar las historias”, expresó, muy sonriente, al llegar al lugar con un look muy rockero.
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Luego, mostró que arribaron las nuevas ventanas del altillo y luego fue hacia el sitio que será la habitación de su bebé de un año. “¡Qué felicidad!”, exclamó al ver cómo avanzan las reformas. “Va tomando forma despacito”, se le escucha decir a una de las personas que trabaja allí.
“Después tengo que barrer, pero miren cómo está quedando”, agregó Eugenia haciendo zoom al porcelanato. Sin embargo, lo más llamativo fue cuando protagonizó un divertido blooper.
Sucede que mientras hablaba y recorría cada lugar de su propiedad, sin querer pisó el cemento fresco con sus botas de cuero. Cuando se dio cuenta, grabó cómo quedó el piso con su marca de zapato y entre risas lanzó: “Me van a matar, siempre triunfando y haciendo cagadas”.
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