Se abrió el telón y saltaron a escena para protagonizar una nueva temporada, otra más de ese espectáculo que tanta fascinación genera en el público, ávido de consumir el morbo de ver a desconocidos convivir en un espacio cerrado y aislado del mundo real.
Gran Hermano reactivó su presencia al aire, con la pulsión del canal de engordar sus guarismos en el prime time y embutió a veinticuatro personas que compiten por un premio de setenta millones de pesos, pero que sobre todo se lanzaron con desesperación a la búsqueda de la fama y la visibilidad.
En el segundo día en la casa se produjo una situación muy singular, que provocó la viralización en las redes sociales y la multiplicación de comentarios, en ese efecto tan actual de construir tendencias en el universo digital, que a la postre retroalimenta al programa.
Resulta que Sandra Priore se levantó con deseos de tomar unos mates, una típica actividad argenta, pero se topó con una dificultad insólita: no supo cómo encender la pava eléctrica. Así el video viajó a máxima velocidad por las plataformas, por la singularidad del momento.
SANDRA NO PUDO PRENDER UNA PAVA ELÉCTRICA
La pescadora se acercó al electrodoméstico y lo examinó como si fuese un objeto del espacio, en búsqueda de calentar agua a la temperatura deseada, que ronda los ochenta grados. Ofuscada, la participante exteriorizó con enojo: “¿Y esto cómo es? ¿Cómo se prende?”.
Así, uno de sus compañeros trató de socorrerla: “Pará, pará, ¿qué cosa, la freidora?”. Ante esa intervención, Sandra refunfuñó: “No, eso. Ay Dios”. Mientras que otra participante le aclaró: “Está prendida”. De esa manera, la pescadora se retiró ofuscada y frustrada.