La novela de Wanda Nara y Mauro Icardi sigue tejiendo nuevos episodios. El escándalo no deja de crecer, y este viernes por la noche se dio un insólito momento en medio de la batalla legal que la expareja tiene por la tenencia de sus hijas. Es que, luego de la resolución que dio la Justicia para que el futbolista vuelva a verse con sus dos pequeñas, ahora surgió un nuevo e ilógico conflicto.
Cabe destacar que, según la medida dictada por el juez, Icardi no puede llevarse a las pequeñas a Turquía además de que solo las personas que sean familia biológica de las menores pueden estar en contacto con ellas. Esto último incluye a la China Suárez, actual pareja del delantero. Una situación que no parece haber caído nada bien.
Sin embargo, este fallo también desencadenó un hecho insólito en la puerta de la escuela de las hijas de la expareja, Francesca e Isabella. ¿Qué pasó? Según contaron hoy en LAM, el futbolista se molestó porque las niñas se encontraban junto a sus mascotas y terminó con gritos en el edificio de Wanda.
Según contó Santiago Riva Roy, notero de LAM desde la entrada del Chateau Libertador -donde vive la mediática-, Icardi se acercó al domicilio en cuestión para increpar a su ex. Esto no sin antes tener una fuerte discusión con sus dos hijas en la escuela, ya que no quería llevarse a sus perros a Santa Bárbara. “Con las mascotas no”, les dijo.
LA CRUEL EXIGENCIA QUE MAURO ICARDI LE HIZO A SUS HIJAS TRAS DOS MESES SIN VERLAS
El pedido fue tan irrisorio que la abogada del delantero intentó hacerlo entrar en razón: “Mauro, te lo suplico, si querés me llevo yo los perros”, le habría dicho. Sin embargo, él siguió empecinado en su postura y le hizo una fuerte exigencia a sus hijas: “Déjense de joder, dejen las mascotas con su mamá y vengan”.
Según testigos, las niñas subieron a la camioneta con sus perritas, poniéndole más tensión a todo. Obviamente que, después de eso, Icardi cometió el error de acercarse al domicilio de Wanda para que sus hijas devuelvan a las mascotas, y hasta habría descendido del vehículo para subir al departamento de la mediática e increparla.
Pero lo insólito de todo esto es: ¿Por qué motivo Mauro no quería que sus hijas lleven a sus mascotas a su casa? En LAM revelaron esta incógnita: la presencia de carpinchos en Nordelta. Una inesperada postura del futbolista, cuando podía haber dejado todo esto de lado y reencontrarse felizmente con sus hijas tras más de dos meses sin verlas.
