Tras tomar repentinamente ese espacio de privilegio, y asumir un rol que siempre perjuró que no anhelaba, Juana Viale transita por unos días convulsionados, a partir de la confirmación de la salida de los almuerzos míticos de la pantalla de eltrece.
La incertidumbre se apoderó de la nieta de Mirtha Legrand, que por el momento no posee claridad sobre su futuro inmediato en lo laboral, mientras su hermano Nacho se lanzó a recorrer todos los canales para hallar disponibilidad para el ciclo histórico.
Mientras se cuecen esas habas, y aguarda el llamado, Juanita se prestó a una actividad insospechada, como mínimo peculiar para su figura y se arremangó para desempeñar un oficio equidistante a sus labores habituales, que se vinculan con el glamour de la televisión y el teatro.
Esta extraña situación que protagonizó Viale se filtró en Socios del espectáculo, a partir de la narración de Luli Fernández, quien hizo gala de las averiguaciones de un hecho del ámbito privado de la nieta de Mirtha. Y esta revelación generó una explosividad absoluta.
La panelista arrancó con la transmisión de su dato jugoso sobre Juanita: “Esta versión de Viale me encantó conocer. Ella manda a sus hijos a un colegio waldorf, es un tipo de educación diferente, donde las familias actúan en comunidad y participan mucho en los eventos”.
A la hora de detallar específicamente el rol impensado que ejecutó la hija de Marcela Tinayre, Luli sostuvo: “El sábado pasado hubo un evento muy importante del colegio. Y cuando los autos empezaron a llegar con todos los integrantes de la escuela se encontraron que la madre que estaba haciendo de valet parking era Juana Viale. Imaginen la sorpresa de los papis”.
Rodrigo Lussich explotó de curiosidad y le preguntó: “¿Osea que Juana fue al evento de los hijos a este colegio y la pusieron a estacionar los autos?”. Así, Fernández ratificó: “Claro, algunas madres hacen pancitos, otras acomodan a los hijos y ella estacionaba. Amorosa”.