Comenzó un nuevo miércoles de beneficios en MasterChef en donde los cocineros debieron prepararse para una noche de tapas españolas. “Hay que ver si uno o dos de ustedes pasan directamente al domingo de eliminación”, les anunció Santiago del Moro ya de entrada.
Sin embargo, nada pudo opacar la alegría de Andrea Rincón. “Este es mi primer miércoles y bailo sola”, dijo sorprendida la participante y dejó en claro que no tenía idea de qué se trataba. Es más, la morocha confesó que tuvo que preguntar qué era lo que tenía que hacer.
Así fue como la cocinera decidió poner manos a la obra y se dispuso a darlo todo para ganar no sólo el desafío, que debió enfrentar, sino también para quedarse con el beneficio. Andrea estaba tan feliz que se terminó cortando mientras abría una lata de champiñones, pero poco le importó.
Ella solo irradiaba felicidad y así estaba cuando Germán Martitegui pasó por su isla para ver cómo iba con su plato. “¿Qué estás haciendo?”, le preguntó el jurado y ella le respondió: “La verdad es que me está como bajando la info porque no se me caen muchas ideas”.
Si bien a Martitegui al principio le causó gracia el comentario de Rincón esta vez en lugar de retarla decidió ayudarla. “Me tira buena onda el pelado”, reconoció Andrea que no podía creer el gesto del jurado. Es que mientras ella comenzó a enumerar cuáles eran sus ideas él le iba dando sus recomendaciones.
Incluso Martitegui le sugirió qué ingredientes agregarle a la preparación y cómo decorar el plato. Fue tan amable que esta vez Rincón optó por “aplicar todo lo que me dice”. “Hoy es tu día, ya casi que nos queremos”, le dijo Germán.