A pesar de no deslumbrar con su voz en la pista del Cantando, Lizardo Ponce supo ganarse muy bien su lugar en el concurso más popular del país. Pero gracias a su popularidad en las redes, ahora también salen a la luz algunos secretos de su intimidad.
Apenas salió a la pista, el influencer fue acorralado por Laurita Fernández y Ángel De Brito, que sin rodeos le preguntaron si estaba enamorado de alguien de la empresa, tras los rumores que se corrían en Instagram.
Sin embargo, entre risas pícaras, Lizardo explicó: “Medio que no porque no estoy conociendo a nadie. Yo estoy en cuarentena desde hace rato. Pero en un vivo con el ‘productor enmascarado’ dije que capaz me gustaba alguien, pero como que ahora está el barbijo y conectás desde otro lado con la otra persona, desde la mirada, no le conocés bien la cara".
Indagando sobre el tema, el conductor, astuto, consultó “qué ojos le gustaron”, y Laurita, pícara, agregó que aquella persona que le robó el corazón a Lizardo “no fue al piso”, y sorprendió a todos al revelar que sabían que se trataba de uno de los miembros del equipo encargados de sanitizar el estudio.
Dejando la duda en el aire, Ponce retrucó: “No se el nombre. No charlamos. Pero soy de encarar si me gusta alguien en serio”. Pero intensa, Moria Casán tomó la palabra y le preguntó directamente al panelista cómo era su “sistema de levante pre-pandemia” y le pidió un ejemplo: “Si te querés levantar a Oscar Mediavilla, ¿cómo harías?”
Divertido, Lizardo disparó: “Cualquier cosa menos cantarle. Pero ya con la cara que me mira él no puedo decirle nada”. Y el jurado no dudó en querer aconsejarlo, y le explicó: “Te puedo dar algunos consejos, vos tenés que ir sin hablar. Hay que cocinar directamente. No se avisa, vas directo”.
