Todo cambió muy rápido en la vida de Jésica Cirio. Del verano a hoy se le vino un vendaval. Y ella no parece haberlo sabido manejar de la mejor manera. Y de todos lados le aparecen problemas que la dejan en la cuerda floja en lo personal y en lo profesional.
Pero, mejor, vamos por partes: hasta hace unos meses, Cirio se movió con felicidad por los pasillos de Telefe. El programa La Peña de Morfi seguía trabajando el legado que dejó Gerardo Rozín, y todos estaban “ok”. Pero algo cambió, y lo que era paz y tranquilidad puso las aguas muy turbias.
La denuncia en contra de su compañero Jey Mammón que llevó adelante Lucas Benvenuto en A la tarde, el programa de Karina Mazzocco, dejó a todos en offside. Y el canal accionó rápido. “Hay que separar a Jey y dejar al programa en modo lavandina. Qué hablen Jésica y alguien más y seguimos para adelante”, fue la orden que se cumplió.
Jésica hizo caso, como siempre. Pero en lo personal vivía ya momentos complicados con Martín Insaurralde, su ya hoy ex pareja, el padre de sus hija. Y todo le costó mucho. “Se puso más que nunca en diva”, recuerdan.
Desde allí todo fue tirante y polémico con la rubia, que dejó de ser bien vista por las autoridades de Telefe, que siempre la consideraron una mujer de la casa por sus “remos” ante situaciones complejas. “Lo de Jey y su separación la pusieron peor que nunca”, agregaron.
Ahora el nuevo problema se dio cuando Mammón anunció que irá a los Martín Fierro, y que se sentará en la misma mesa que sus compañeros de Morfi. “Yo no lo pienso hacer”, habrían sido las palabras de Cirio frente a la producción del programa.
Esas palabras trajeron más incomodidades y malos humores en un canal que sólo quiere llegar a fin de año para terminar con todos los contratos y arrancar a pensar un nuevo formato para los domingos. “Estamos cansados, todo es muy difícil. No deja de dar problemas”, cerraron.