Invitada al living de Cortá por Lozano, Adabel Guerrero asistió al programa junto a su hija Lola (3) quien, sin dudas, es su gran compañera de vida. Y si bien sentada en el Diván habló de todo con Verónica Lozano, la bailarina hizo hincapié en su rol como madre.
Fue en ese marco donde la animadora le preguntó por la personalidad de la pequeña, a lo que la artista de Sex describió: “tiene un carácter. Baila, canta y le encanta mirarse. Pide fotos o me tiene horas mirándome en los videos. ¡Ojalá que le guste!”
Interrumpiendo, y desde su faceta de psicóloga, Vero le preguntó a Adabel en qué se sorprendió como madre. A lo que la entrevistada le contestó: “hay que trabajar mucho en la paciencia. Siempre me dediqué a mi. La tuve a los 41 años. 40 años haciendo lo que quiero y manejando sola”.
“Ella ahora maneja mis tiempos y me dice lo que tengo que hacer. ¡Y yo no puedo creerlo! Me dice, mamá, vamos a jugar a la casita. Y aunque no pueda, te hace tal berrinche, que termino yendo a jugar a la casita. Se que es un poco malcriarla, pero, bueno. Un poquito”, siguió la bailarina.
Cambiando rotundamente de tema, y como que nada tenía que ver con el tema en cuestión, Guerrero lanzó: “empecé la carrera de coaching ontológico. Te quería contar. No terminé la de psicología, que ya la voy a retomar, pero quería esta porque es más rápida. En un año ya tenés las herramientas”.
"Ella ahora maneja mis tiempos y me dice lo que tengo que hacer. ¡Y yo no puedo creerlo!”, confesó la bailarina.
Seguramente, el hecho de cambiar de carrera tenga que ver con la maternidad y los tiempos de los que actualmente dispone. Sobre todo, a valerse por lo que anteriormente comentó de la demanda que tiene por parte de su hija, que es hoy a quien prioriza.
Finalmente, antes de que termine la entrevista, Adabel recordó una divertida anécdota de cuando era chica e iba a estudiar en moto, en La Plata cubriéndose con diarios dentro de la ropa para no pasar frío. Sin dudas, tanto sacrificio, valió la pena para estar donde llegó.
