Una idea novedosa, con riesgos implícitos por semejante aventura. La propuesta de extender el territorio de los premios Martín Fierro al organizar una versión latina en Miami trajo aparejada como secuelas algunas cuestiones negativas, así como varias consecuencias alegres.
En primera instancia, la velada arrojó el saldo cálido de instalar una marca registrada argenta en una ciudad estadounidense, lo que se erige en un acierto de APTRA. Empero, la realización por primera vez en esa latitud también generó contratiempos.
Los videos de diferentes momentos adversos se viralizaron con inusitada fuerza en las redes sociales, como ese episodio álgido de imposibilidad de ingresar al teatro de varios famosos. Una falla organizativa mayúscula que provocó fastidios y retrasos.
Dentro de las repercusiones, los análisis y los datos de lo que aconteció en el evento surgió una información muy llamativa, que lanzó al aire Ángel de Brito. En la edición de martes de LAM, el conductor describió un episodio incómodo que padeció en carne propia Luis Ventura.
EL BLOPPER QUE PADECIÓ LUIS VENTURA EN LOS MARTÍN FIERRO
Parece que las indicaciones confusas, los handies prendidos fuego con los trabajadores de la organización, la ansiedad y las demoras estimularon al presidente de APTRA a tomar cartas en el asunto. Al menos así lo contó Ángel: “Como no arrancaba la ceremonia y veía que la gente se dispersaba empezó a hablar”.
En la continuidad del relato, el hombre de América agregó: “Así empezó a brindar el típico discurso de presidente, que duró varios minutos y le dijeron que no estaban grabando”. Lamentablemente, Ventura gastó pólvora en chimangos y luego tuvo que expresar otra vez sus palabras protocolares.