Multifacética, tiene esa capacidad de mostrarse seductora y a la vez ingenua. De atrapar desde la belleza y la simpatía, pero también desde su personalidad y esa impronta de decir lo que piensa sin ser políticamente correcta ni mucho menos fijarse en el qué dirán. Mejor plantada, demostrando que es mucho más que una cara bonita, Lourdes Sánchez (33) abre las alas y vuela alto, tanto en lo laboral como en lo familiar. El martes 5 fue su cumpleaños pero sólo se limitó a hacer algo íntimo. No fue por una presunta amargura de tener un pirulo más, sino porque al otro día había que madrugar. El gran festejo, el día que tiró la casa por la ventana, fue el viernes 8. “Cumplir años no me molesta, no soy de las que mienten con la edad y soy de las que piensan que tengo un año más de experiencia… hay que buscarle el lado positivo (risas)”.
–¿Qué te regalaron el Chato y Valentín?
–Una campera hermosa, muy canchera. Estoy contenta con el regalo que me hicieron. Aparte fueron juntos a comprarla, Valen ya está grande y que participe de estas cosas es muy tierno.
–¿Cómo te llevás con el rol de madre?
–Muy bien, aprendiendo día a día. Ya tiene dos años y medio y está terrible. Es muy independiente pese a la edad, y cuando le querés poner un límite se arma. Tiene mucho carácter. Valen soluciona todo con un beso, cuando sabe que se mandó una macana viene y me da un beso.
–¿Marcelo Tinelli se jugó con un regalo para la primera dama?
–Nada. Ni siquiera me saludó.
–Te operaste las lolas, ¿ese fue tu autorregalo?
–(Risas).Sí, se puede decir que sí. Me las quería cambiar solamente, no me las quería agrandar, porque me gustan más bien naturales digamos, nada voluptuoso. Pero mi problema fue que se me estiró mucho la piel durante los dos años que di la teta, y el método menos invasivo para solucionarlo fue ponerme más. Mi doctor, Diego Mayer, me aconsejó que hacerme las pinzas iba a ser muy doloroso y que me iba a dejar mucha cicatriz y la solución que me recomendó fue esa, poner un poco más para cubrir la piel estirada. Ahora tengo 90, no es mucho más, casi ni se nota la diferencia.
–Tengo entendido que en redes sociales te hacían bullying por este tema…
–Sí, el retoque estético fue por eso, pero también porque a mí tampoco me gustaba cómo habían quedado. Subía una foto y me decían Adelaida, tetas caídas… de todo. Ahí fui a hacer la consulta con el médico y me dijo que tenía las prótesis por delante del músculo, y como yo tengo antecedentes de cáncer de mama, me dijo que me aconsejaba que las tenga por detrás del músculo, por cualquier cosa en el futuro. Ese fue el clic, así empezó todo.
–¿Y tu marido qué dice del cambio? ¿Hay más intimidad?
–Supongo que estará más contento… todavía no puedo responder lo de la intimidad porque es muy reciente esto, no se pueden tocar. Ja, ja ,ja.
–¿Hay ganas de un hermano para Valentín?
–Sí, yo tengo ganas pero el Chato ya me dijo que no, que él no quiere otro hijo. Así que no sé, me quedaré con las ganas o… no sé.
–¿Qué expectativas tenés con el Súper Bailando 2019?
–Las mejores, porque ahí soy feliz. Cuando el programa no está al aire lo extraño mucho. Mi lugar en el certamen no está claro todavía. Hay posibilidades de que baile, de que esté en el BAR y hasta de que pueda hacer las dos cosas. Veremos qué se resuelve. Quiero estar y desde mi lugar aportarle al show.
Los 33 de Lourdes Sánchez
Lourde se retocó las lolas