La familia no se elige, toca. Pero en el caso de los Süller siempre exhibieron un poderío de guerra inconmensurable, al punto de revelar todo tipo de trapito al sol y dispensarse agravios hirientes, de un lado y del otro.
Guido Süller volvió a ratificar su estilo, ese de las declaraciones rimbombantes, estridentes, crudas y llamativas. En este caso no apuntó contra su hermana Silvia, sino contra su sobrino Sebastián Graviotto, que recientemente se casó con Juana Repetto.
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En su visita al piso de El show de los escandalones, el blondo apuntó contra su otra hermana: “Me parece que la más mala de mi familia es mi hermana, Norma. Me debe estar odiando. Es jodida, jodida, jodida. Creo que siempre le gustó la fama”.
Eso abrió el juego para que Rodrigo Lussich le pinchara: “Bueno, ahora tiene una fama prestada porque es la consuegra de Repetto”. Esa simple introducción permitió que Guido prendiera la mecha, para detonar dinamita pura.
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Süller demostró que el amor por la familia no es su fuerte y arremetió contra su sobrino: “Exactamente. Me encanta Juanita… más que él. Él es un poquito gigoló. ¿Si pienso que Graviotto la está viviendo a Juana? Y chicos, fíjense la historia”.
Para profundizar en su teoría de un interés meramente económico de Sebastián para contraer matrimonio, y esperar un hijo, con Juanita el mediático bramó: “A Juana la dejó embarazada enseguida. No digo que sea millonaria, pero él venia de vivir en un departamento alquilado con dos amigos, un pibe que ya pasó los 30 años y dice que es profesor de snowboard…”.
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