De a poco, L-Gante está volviendo al ruedo de la exposición tras lograr la libertad después de 100 días detenido en la DDI de Quilmes. Con la honestidad que lo caracteriza, el joven contó cómo fueron sus días en la cárcel y en qué momentos especiales sacaba a relucir su costado artístico.
"A través de la tele me llegaban las noticias. Primero le decía al de la otra celda ´eh, girala así veo, porque el tenía y yo no. En los últimos días recién me pasaron una. Y hasta ahí, nada más. No podía responder nada. Tampoco quería estar sacando cartas a cada rato", recordó L-Gante en Poco Correctos.
"Yo le decía a todos los presos que estén tranquilos. En ningún momento me deprimí. Aprovechaba porque pensaba ´nadie me va a venir a romper las bolas acá, voy a estar solo, tranqui´, y la soledad me encanta. Escribía (letras musicales). Después, para no quemarme la cabeza, limpiaba. Lo que si, es difícil rellenar la agenda del día, ocupar todas las horas porque tenés mucho tiempo al pedo", se sinceró el artista.
"El mío era el calabozo más chico de todos. Estaba solo. Los policías me dijeron que no iban a decir nada pero ni bien entré e hice un paso todos gritaban ´eh, L-Gante, mirá que ya sabemos que estás acá´. Me dijeron ´cantáte algo´ los compañeros de la prisión...", compartió el líder musical.
CUANDO CANTABA L-GANTE EN PRISION
"A los primero cantaba un poco y lo disfruté. Después me empecé a poner pillo y empecé a cantar cuando había quilombo. Eran buena onda pero no hay que regalarse. Yo no me hago el nada... ni el jefe ni mandamás. Esto me tuvo que pasar por algo", contó el líder de la cumbia 420.
"Es algo que me tuvo que pasar para obtener experiencia, saber, conocer, modificar un par de actitudes. me sirvió para varias cosas", cerró Elían Valenzuela, en la entrevista que dio para el programa del Pollo Alvarez y el Chino Leunis, en las tardes de El 13.