Increíble, pero real. El Wandagate se reabrió, el caso que mantuvo en vilo al mundo del espectáculo por meses volvió con una fuerza inusitada, por el tenor de las acusaciones, por el grado de términos hirientes vertidos por una de las protagonistas.
Tras un largo tiempo de silencio, de tensa calma, todo el engaño que edificó Mauro Icardi a su esposa Wanda Nara con esa relación clandestina con la retornó a la palestra y de un modo recrudecido, con la exposición de frases muy filosas de la víctima de la infidelidad.
Aunque suene a inverosímil, Wanda cometió un error de principiante, o tal vez sea parte de una estrategia. En primera instancia, la blonda no se percató de cambiar de perfil en su plataforma digital para utilizar uno falso y posteó: “Ese gato de la China solo sabe acostarse con casados. Mauro no es tonto, por eso le contó a Wanda y dejó a la China como lo que es, un gato regalado”.
Tras la explosión de semejante escándalo, y con las capturas de ese yerro de la influencer, la blonda salió a excusarse con que le habían hackeado la cuenta. Un argumento endeble, que no consiguió el efecto de una certeza mancomunada, todo lo contrario.
Ahora, la China se expresó a su modo, ese mecanismo que suele acudir en las plataformas digitales, todo muy sutil, con mensajes indirectos, que hay que saber interpretar. ¿Qué hizo? María Eugenia aprovechó un posteo de su novio Armando Mena Navareño para escribir unas líneas filosas.
La foto retrata al ibérico en el bar que Suárez alquiló para festejar su cumpleaños y le agregó como texto: "Buenos Aires". Así llegó la intervención de la China que le comentó: "Qué buena fotógrafa...". Una clara referencia que ella capturó ese momento. Y para cerrar el diálogo, Mena afirmó: "Y para qué te voy a decir que no si sí".