Nada lo detiene. Cada dos por tres los dedos acusadores lo tildan de infiel. De escaparle a los compromisos sentimentales y también deportivos, teniendo en cuenta que frecuentemente le atribuyen amoríos clandestinos y que con la camiseta de la Selección, para sus detractores, demostró ser positivo para el grupo pero tener poca contracción al trabajo. Ezequiel Lavezzi es así.
Un deportista privilegiado. Capaz de embolsar millonadas en la alta competencia y al mismo tiempo ser noticia en los programas de chimentos por su espíritu mujeriego y su reconocida proclividad a la diversión. A la luz de los hechos, para él lo más importante es pasarla bien, tanto dentro como fuera de un campo de juego. Por eso, cada vez que la agenda se lo permite, les da prioridad a sus amistades, sobre todo cuando existe una causa justa, que se negocia, como un nuevo aniversario de su nacimiento.
El pasado 3 de mayo, el Pocho cumplió 34 años y, como era de esperarse, organizó una gran fiesta. Algo acorde con su medida, desde luego, pues más allá de no invitar a mucha gente, disfrutó de la noche junto con muchos famosos de la farándula y con amigos del fútbol. Tan contento estaba el atacante surgido en Estudiantes de Buenos Aires que a mitad de la noche pidió cerrar el local donde se estaba desarrollando la celebración, ya que hasta ese momento únicamente había solicitado que le asignaran un sector VIP. Al advertir que la jornada festiva iba tomando cada vez más color y su gente iba subiendo en efervescencia, Lavezzi ordenó que le dieran exclusividad y las persianas se bajaron para que Tinta, el bar de Palermo que había elegido para darles la bienvenida a los 34, quedó sólo para él.
El encuentro comenzó cerca de la medianoche y progresivamente fueron arribando varias caras conocidas, como por ejemplo Benjamín Vicuña y María Eugenia Suárez, Florencia Tesouro, Agustina Casanova y Silvina Luna, entre otros. El menú fue muy variado pero se caracterizó por lo salado y la bebidas más consumidas fueron las energizantes, el agua y el champán. Hubo baile hasta entrada la madrugada y un brindis muy emotivo en el que Lavezzi agradeció con sinceras palabras a todos los presentes por el hecho de no haberle fallado en una fecha tan especial para él. La que no estuvo fue Yanina Screpante, la ex del cumpleañero.
Su ausencia en la fiesta, lógicamente, provocó miles de especulaciones, pues en los últimos días salió a la luz un escándalo de proporciones: al parecer, Lavezzi la habría engañado con Lucía Pedraza (novia de Nacho Viale) mientras todavía eran pareja. Con motivos, más de uno creyó que su deserción tenía que ver con eso y supuso que su vínculo con el futbolista había finalizado en términos muy malos. Sin embargo, desde el entorno del jugador afirmaron que Yanina no fue porque tenía que cumplir con una campaña publicitaria en la provincia de Salta y que ya había saludado a su ex por las redes sociales. Hasta en eso Lavezzi es distinto a todos sus colegas.
El Pocho Lavezzi festejó sus 34 años solterito
La gran ausente, Yanina Screpante, su reciente ex
