Cuando faltaba poco para estrenarse la segunda temporada de El Tigre Verón, una de las tiras nacionales más exitosas de los últimos tiempos, llegó la pandemia y con la llegada del Coronavirus la industria artística se vio afectada y las productoras se vieron obligadas a frenar las grabaciones, como sucedió con esta ficción.
Si bien la situación excedía las posibilidades de Polka, el 6 de julio de 2020, Marco Antonio Caponi, uno de los protagonistas de la serie producida, compartió en las redes un comunicado de la Asociación Argentina de Actores que decía: “Polka producciones S.A. desobedece intimación del Ministerio de Trabajo de la Nación y no paga salarios adeudados, ni contribuciones a nuestra obra social”.
Fue allí que Caponi sumó. “La impunidad y el abuso se sigue haciendo presente. Esta empresa no sólo despidió empleadxs y se financió con nuestros sueldos, también usó al Estado y no cumplió con la parte que le corresponde. Y lo más grave e imperdonable es que se encargó de sembrar temor y de generar inestabilidad mental en cada unx de nosotrxs”.
El tiempo pasó, todo se empezó a abrir y retomaron las distintas actividades…, entre ellas, la ficción. Y fue el domingo pasado que El Trece puso al aire la segunda temporada de la serie provocando enojo e indignación por parte de Marco Antonio quién inmediatamente alzó el guante y salió al cruce con un polémico mensaje para Polka que subió a su instagram.
“Con la verdad no ofendo ni temo. Me encantaría estar compartiendo material y festejando por el estreno, pero no puedo; me sale solo esto y necesito ponerle punto final. Y si algo de lo que dije en su momento y digo a continuación es mentira, que pongan los papeles en la mesa”, desafió el actor.
"Yo no me fui, nos presionaron a salir en las condiciones que ellos planteaban. Polka nos usó y la justicia no hizo nada", disparó el actor.
“Que utilicen sus poderosos medios para armar una verdad que no es. Voy a ejercer mi derecho a contar mi verdad que tengo guardada hace una pandemia. Leí por ahí que yo me fui de la serie, que mis compañeros estaban enojados porque no iban a poder cobrar sus bolos, que por mi culpa El Tigre Verón no pudo ser contado hasta el final y bla, bla, bla. Tengo derecho a mi descargo”, siguió.
“Yo no me fui, Polka dio por finalizados los contratos. ¿Pero se podía hacer eso en plena pandemia? No. Nos presionaron a salir con las condiciones que ellos planteaban. Se rescindieron los contratos, disfrazándolos de desvinculaciones de mutuo acuerdo. Todo esto con fechas ficticias prepandemia para no cubrir los sueldos, ni pagar la doble indemnización que correspondía por despido”, reveló.
“Nos presionaron con una posible quiebra y nos vimos obligados a aceptar las condiciones que ellos querían. No todos tenemos espalada para soportar 5 meses de pandemia. Sabiendo eso, empezaron ofreciendo el 15 por ciento de la deuda y llegamos al 70 por ciento de lo que nos debían, en cómodas cuotas”, explicó Caponi.
“Era obvio, lo sabía en ese entonces: Polka no puede quebrar y El Tigre Verón va a salir al aire sí o sí (el tiempo me dio la razón). No pueden meter en quiebra un producto que pertenece a un grupo que con la pandemia hizo crecer sus acciones de manera descomunal”, manifestó Marco Antonio.
“Acá no había intención de que así sea, es más: yo mismo llamé a la productora para pedir que nos cuide en este contexto, que si era necesario no cobraba un centavo luego, pero que no nos hagan ir al trabajo en medio de tan desesperante situación como fue el Covid en pleno marzo y abril de 2020″, confesó.
“Ganó el oportunismo, la viveza criolla. Después entendí que lo único que pretendían era reformular la productora y reducir el personal de la manera más económica posible, valiéndose de la situación epidemiológica, de la crisis y del miedo de todos los trabajadores”, escribió el actor.
Finalmente, Caponi reveló: “Me llamaron para continuar en enero, como si nada. ¿Por qué no seguí? Por razones obvias. Mirá si me enfermaba trabajando ahí y me pasaba algo. La única verdad es que Polka nos usó y que la Justicia no hizo nada. Estoy contento de no ser cómplice del silencio y de no haber avalado con mi decisión un acto deshumanizante de un grupo empresarial que se valió de la pandemia para reducir sus costos laborales”.