Gran Hermano viene cada vez más caliente y con menos prejuicios. En las primeras ediciones los jugadores tardaban semanas enteras -o incluso meses- en relacionarse profundamente, ni hablar en darse un beso o en ponerse de novios. Pero los tiempos han cambiado, los "chicos" han ido perdiendo inhibiciones y pudores y el actual GH necesitó menos de un día para que se de el primer encuentro afectivo.
Todo sucedió en el jardín. El día estaba particular y extrañamente fresco para ser un tres de diciembre. En general, para esta fecha de comienzos del último mes del año las temperaturas no bajan de los 26 o los 27 grados y suelen superar cómodamente los 30. Bueno, no: ayer a la mañana hacía 10 grados y la máxima apenas cruzó los 20. Más que la previa del verano parecía la mitad del otoño. El calor lo pusieron ellos.
A la vera de la piscina estaban los dos. Un poco sueltos de ropa pero tampoco descubiertos del todo. La chance de pescarse un resfrío era cierta y concreta. No daba descuidarse y mucho menos en el comienzo de una actividad que promete durar seis meses como mínimo. Depende del rating, claro. Si rinde se va a estirar, si no se acortará. Si no, pregúntenle a "Por amor o por dinero", el realitie de Fantino: lo presentaron con bombos y platillo, en la primera semana le cambiaron el horario y en menos de un mes lo terminaron y le dieron salida.
Bueno, basta de misterio y de prolegómenos. Vamos directo al grano. Los que estaban ahí "calentándose un poco al sol" eran Chiara Mancuso y Giuliano Valchetto. Ella vive por Ezeiza, aunque ahora le dicen "Canning" porque parece sonar mejor y dar un poco de "dique", y es de Santa Fe pero parece que tuvo mujeres por todo el país. Hubo un par de miradas, un par de palabras, algún que otro amague... y después sí. Llegó el beso. Que en realidad fue un pico pero que puede ser el comienzo de algo más intenso. Por lo pronto, hubo muchas miradas extrañas y algunos comentarios negativos. "Se quieren hacer notar" se escuchó en segundos.
QUIENES SE DIERON EL PRIMER BESO DE GRAN HERMANO
Los dos, tanto Chiara como Giuliano, fueron muy claros al presentarse tanto en el casting como en su primer encuentro con el público seguidor del realitie: no tienen drama en realcionarse con otras personas y si "les cabe la pierna" van al frente como locos. No dejan pasar una oportunidad y si "les pinta" hacerlo dentro de la casa lo harán si medir que haya cámara o gente (cientos de miles) espiando todo.
Chiara es la hija de Alejandro Mancuso, un recordado futbolista que jugó en Vélez, en Boca y después se fue a Brasil, y cuando abandonó fue ayudante de campo de Diego Maradona hasta que se pelearon por un tema de dinero. "A los hombres les cuesta seguirme el ritmo sexual, por eso cambio todo el tiempo" desafió ella. "No creo en la monogamia y he tenido hasta dos vidas paralelas" se la jugó él, que es vendedor "y si me dan un segundo te vendo arena en el desierto" tiró. Habrá que ver hasta donde llegan.