Santiago del Moro le habló directo y sin filtros a Luis Ventura. A la vista de todo el mundo le gritó "Qué número, Ventura. Qué número, presidente eh... Esto es todo de usted, no lo dude". Como siempre, "Luisito" se había sentado en un costado, con los suyos, chupando y morfando como si no estuviera en el Hilton sino en una fonda o en el living de su casa de Lanús. Por supuesto que conocía las impresionantes cifras de audiencia que estaba alcanzando el Martín Fierro, el famoso rating. "Sos vos, Santiago, toda tuya eh", le devolvió gentilezas.
Para Ventura, presidente de APTRA, era un dato que generaba dos sensaciones muy encontradas: por un lado la felicidad de saber que el premio sigue siendo el evento más convocante del año de la televisión argentina y que esas cifras impresionantes garantizan el interés de los canales para transmitir la entrega. En pocas palabras, puede pedir "lo que quiera" que los canales se lo van a garpar porque se garantizan a Del Moro, Mirtha, Juanita, Suar, Susana, eventualmente Tinelli y la mar en coche en el mismo salón, y la gente del otro lado de la pantalla con ganas de verlos.
Pero por el otro, semejante diferencia con el resto tuvo un dejo de dolor porque América, el canal en el que trabaja y al que tanto defiende con la camiseta puesta cuando es atacado, por ejemplo, por Jorge Rial, apenas merodeaba el puntito, completamente arrasado por "su criatura". Igual, en el ánimo de "Venturita", uno de los periodistas mejor informados del país, primó la sensación de calma y de "futuro asegurado" para la entidad que preside.
Prueba de que Ventura tuvo éxito al momento de "reverdecer" los Martín Fierro fue la "multiplicación" de las entregas. Ahora hay Martín Fierro a la tele abierta, a la del cable, a la radio, digital, del interior y también hay uno en el exterior. ¿Por qué tantos? Porque dan rating. Anoche, sin ir más lejos, el pico de audiencia alcanzó la friolera de 27,2 puntos, lo mismo que logra un partido de fútbol muy esperado o una final de Gran Hermano, pero nada más 27,2, casi 3 millones de personas pegadas a la pantalla, una medición de "otra época".
EL RATING DE GRAN HERMANO: CUANTO MIDIO LA ENTREGA Y QUE PASO CON LOS COMPETIDORES
La noche de los Martín Fierro arrancó con la "alfombra roja", ese espacio donde pasan los invitados y presentan la pilcha, la joyería y algún que otro elemento más que se tiran encima. Ese espacio, que duró unas dos horas, empezó con 12 y trepó hasta los 18 puntos. Ya se veía que se venía un éxito notable. Cuando Santiago del Moro irrumpió con un grito sobre el escenario, el numerito ya cruzó los 20 puntos y no bajó de esa cifra hasta después del Martín Fierro de Oro a Gran Hermano que levantó el mismísimo conductor de la gala.
La agujita fue siempre en ascenso hasta las diez y media de la noche, cuando alcanzó el famoso "pico" de 27,2. Antes había tocado los 22, los 23, los 25 y casi los 27. No se mantuvo mucho en ese número, pero tampoco bajó tanto. Por supusto que después de las 12 de la noche la cifra alojó un poco, pero siempre por encima de los 20. Del otro lado, Lanata anduvo mucho por los 5 puntos y logró un pico de 6,4. Se lo consideró "aceptable" frente al tanque que tenía enfrente. El resto, poco y nada. Apenas un punto, o menos. Entre ellos América, para un mínimo disgusto de Ventura.
