El lunes 26 de diciembre fue una montaña rusa de emociones para los espectadores de Gran Hermano, ya que Juliana fue expulsada por revelar información del afuera, mientras que Daniela, Tora y Agustín ingresaron en el repechaje con una misión en común, eliminar a los menos queridos del reality.
Cuando salió, Guardis anunció que era parte de su estrategia, ya que necesitaba saber cómo lo veía la gente a él y a sus compañeros. Todo mundo se rio, pero al final, verdad o no, terminó pasando lo que predijo, saldría, tendría información y regresaría a la casa más famosa de la Argentina.
Si hay algo que no se le puede cuestionar a Agustín, es que desde el momento cero fue amigo de Marcos, y no como los que ingresaron que intentaron acercarse al salteño por estrategia por ser el más querido. Ante esto, cuando se reencontraron, el León le entregó un mensaje oculto a su amigo.
Ni bien pisó la casa, el estratega corrió a la velocidad del viento esquivando a los obstáculos para abrazar a Ginocchio. Cuando las aguas se calmaron, Frodo le contó todo lo que podía, sin quedar en evidencia como lo hizo Juliana, que la llevó afuera del programa de Telefe.
Agustín le entregó un colgante con una cruz y comenzó a contarle sobre la historia del Señor de los Anillos, en donde hizo énfasis en Frodo, como lo denominó el público. La idea era que Marcos se enterara cómo lo apodaron y que sepa que tiene mucho apoyo del afuera.
"Es de los mejores regalos que me pueden hacer", afirmó El Primo, que fue el único que se puso contento por el reingreso por Guardis. Los demás, lo saludaron de buena manera, pero no fue tan eufórico como si sucedió cuando Daniela y la Tora pasaron por la gran puerta.