Tanto después de separarse de Pampita como de la China Suárez, Benjamín Vicuña dejó en claro que elige tener una buena relación con las madres de sus hijos, a quienes ve regularmente y con quienes mantiene un diálogo fluido.
Vicuña está convencido de que es posible llevarse bien con una ex con quien lo une una historia, aunque el amor haya terminado, y parte de esto tiene que ver con la durísima situación que vivió de chico, cuando se separaron sus padres, Isabel Luco Morandé y Juan Pablo Vicuña.
"La separación de mis papás fue muy radical. Mis papás se separaron y nunca más los vi juntos. Tocaba la bocina afuera, a las 8, y había que bajar. Nunca más los vi saludarse", reveló el actor en PH, Podemos Hablar.
"Claramente yo estoy a años luz de eso, o evolucioné. Pero esa imagen del papá que ni siquiera quería acercarse a lo que fue su casa, te habla de un resentimiento, y de niño te das cuenta", agregó.
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Y dijo: "Separarse es una cagada gigante, pero también hay que ponerse en perspectiva. Mis separaciones están infladísimas, amplificadas, tergiversadas por lo mediático, pero no dejan de ser separaciones desde el amor. De dos personas que asumen un fracaso, o no".
En este sentido, se refirió a la buena onda que tiene actualmente con Pampita y su actual marido, Roberto García Moritán, con quien juegan al fútbol y comparten reuniones familiares como una gran familia ensamblada, sobre todo luego de la ruptura del actor con Eugenia Suárez.
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“Creo que cada uno se tiene que ir acomodando, si podés celebrar un Año Nuevo todos juntos, maravilloso… Pero yo no voy a bajar línea sobre lo que hay que hacer”, indicó Benja, que era un niño cuando sus padres se divorciaron y cortaron toda relación.
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