La China Suárez, siempre la China Suárez. La actriz siempre se las ingenia, voluntaria o involuntariamente, para ocupar un espacio central en la palestra pública. Hace meses que su nombre pulula, viaja y circula a toda velocidad por diferentes acontecimientos.
María Eugenia explotó a nivel estratosférico con su participación activa, y decisiva, en la infidelidad de Mauro Icardi a Wanda Nara, que configuró el escándalo más rimbombante y controversial de los últimos años en el mundo del espectáculo.
La ex de Benjamín Vicuña sacudió todas las estanterías en las últimas horas con su descargo furioso contra LAM, y por consonancia contra los medios, al saltar en su Instagram a aseverar que se siente perseguida y que es objeto de un hostigamiento.
Mucho de ese discurso se basó en la extraña situación que experimentó con su nuevo novio, el joven Rusherking, ese músico de 22 años que hasta hace unas semanas estaba en pareja con María Becerra. Resulta que el ciclo de Ángel de Brito la registró a la salida de un hotel de Recoleta con el cantante, justo cuando le habían levantado los autos por mal estacionamiento.
Lo cierto es que la China adoptó otra postura, lejos de ese silencio sepulcral que ejecutó durante meses cuando se hablaba del Wandagate y también distinta a la manera en que abordó su anterior, y reciente, noviazgo con el español Armando Mena Navareño.
Suárez decidió mostrarse a pleno con Rusherking, de hecho lo llevó a una fiesta llena de famosos y cámaras que se realizó pos Martín Fierro y permitió que la fotografiaran a los besos y a los abrazos. Y ahora activó otra maniobra para gritarle al mundo que muere de amor por el trapero.
¿Qué hizo? Resulta que María Eguenia se posó sobre un posteo del músico en Instagram y le comentó delante de todo el mundo: “Mi favorito”. A lo que le añadió un emoji de una mano haciendo un corazón. Para dejar en claro todo, Rusherking le contestó “Gracias Chinita” también con un símbolo de corazón.
