Todo lo que concierne al universo Pampita genera atracción y deseos de profundizar, cualquiera sea el detalle, por más mínimo que luzca. El puente invisible, pero poderoso, que construyó la modelo con el público la erige en una figura única.
Por eso, cada oportunidad que surge en la que brota alguna anécdota de Carolina Ardohain se produce un efecto rebote, una onda expansiva de atracción. Como en el caso de las recientes declaraciones de Sabrina Garciarena.
La actriz, en pareja hace años con Germán Pavlovski, charló largo y tendido con Catalina Dugli en su ciclo radial en La Once Diez y en esa conversación develó algunas circunstancias como ser testigo de la famosa pelea entre Pampita e Isabel Macedo, a la salida de un boliche porteño.
Más allá de esa nutritiva descripción, Sabrina también abordó otra vivencia con Carolina que la marcó a fuego y que se vincula con el mundo de la maternidad, un aspecto muy desarrollado en la modelo, que siempre emana brillos de sus poros al referirse a sus hijos.
La cuestión es que Garciarena se retrotrajo a una época de mucha afinidad con Pampita, cuando protagonizaba una novela con Benjamín Vicuña en Telefe. Ubicada en ese periodo, la actriz narró: “Cuando me la cruzaba obvio que le preguntaba todo porque me llevaba varios niños por delante”.
Así abrió las puertas a un consejo fabuloso de Pampita, una recomendación muy trascendente, que incluso se introdujo a fuego en sus fibras íntimas. Por eso, Sabrina reveló esa íntima lección: “Le comenté que no sabía si ya cerrar con tres hijos y que estaba evaluando ligarme las trompas. ‘Ni loca. Nunca. Mirá si más adelante querés tener otro hijo. Sos muy joven’, me dijo. Y la verdad es que me quedó porque tiene razón”.