El 8 de octubre, L-Gante se sentó en la mesa de Mirtha Legrand, habló de su relación con Wanda Nara, el consumo de drogas y hasta se dio el lujo de decirle a Chiquita por qué ya no le cae bien. Sin embargo, esa no fue su primera vez en el ciclo: un año atrás, Elián Valenzuela había tenido su “bautismo”, pero con Juana Viale.
Fue el 5 de septiembre y a L-Gante se lo veía mucho más chico, inocente y candoroso que actualmente, recién separado de Tamara Báez e involucrado en diversos conflictos con su ex, quien lo acusó, entre otras cosas, de entrar a su casa y robar varias de sus pertenencias.
El cantante de cumbia acababa de ser papá de Jamaica y nada hacía pensar que, doce meses más tarde, estaría envuelto en rumores de romance con la hermana de Zaira. Divertido y nervioso por estar de invitado en el histórico programa, L-Gante protagonizó una curiosa escena cuando Juana lo presentó.
“Bueno, gracias, bienvenidos a la mesa. Viniste a la mesa de Mirtha ¿viste?”, le dijo la nieta de la diva, luego de saludar a los comensales. Y el joven de General Rodríguez irrumpió con un reclamo: “Acá estamos, se presentía, y me veía raro acá, y también me gustaría que esté Mirtha, ¿no? Obvio”.
Sorprendida por el comentario de Elián, Juana le contestó: “Ya va a venir, ya va a venir”. Y, acto seguido, lo “echó” de la mesa. “Me dicen por cucaracha que te retires, por favor. ¡Ya te va a invitar la abuela!”, dijo ella, entre risas.
Y así sucedió, pero las cosas tampoco estuvieron exentas de tensión cuando al artista le tocó a Mirtha como anfitriona. ¿Qué le dijo L.Gante? “Desde el principio, usted me cayó mal porque me preguntó el nombre de mi hija y cuando se lo dije, me respondió ‘pobrecita’. Antes me caía mejor”. ¡Chan!