Seis días después de ser detenido en una investigación por "reducción de personas al grado de servidumbre" y 48 horas más tarde de que su abogado, el doctor Adrián Tenca, lo describiera como "un tipo medio boludón", El Teto Medina y su defensor legal pudieron darse un fuerte abrazo: gracias a los servicios de su patrocinador, el conductor televisivo recuperó la libertad en las primeras horas de la tarde de hoy.
Medina, quien en su momento admitió sus problemas con las adicciones y quien también contó que una forma de luchar contra ellas era dar charlas terapéuticas a otros chicos que están pasando por la misma situación, fue apresado el jueves de la semana pasada como consecuencia de la investigación que se inició tras la denuncia de 10 jóvenes que pasaron por "La razón de vivir", la entidad donde brindaba sus servicios.
En un principio, se dijo que el ex "panelista" de los programas de Marcelo Tinelli estaba acusado de "captar" a personas con adicciones cuyas familias "podían costear un tratamiento de ese tipo", que muchas veces incluye largas y costosas internaciones. Se sospechó, entonces, que el Teto podía cobrar "una comisión" por cada paciente acercado.
Tenca negó todo eso con énfasis y vehemencia. Mediático desde que participó en el recordado caso Cóppola y hombre que tiene más horas de televisión que muchos actores, actrices y comunicadores de todo tipo, el abogado aseguró que su cliente "cobraba por las charlas como cualquier persona que trabaja y tiene la necesidad de comer, aquí y en todo el mundo" y confesó que lo hacía de manera informal "como el 90 por ciento de la Argentina".
"El es medio boludón. Lo conozco hace mucho tiempo, no soy amigo pero lo conozco perfectamente. Hasta la acompañé a hacerse estudios psicotécnicos y vi los resultados, que dan que Medina es una especie de chico-grande. ¿Qué quiere decir esto? En el idioma rápido, sencillo y coloquial, que es medio boludón. Y lo digo con cariño, con amor, lo digo porque se lo dije a él y porque lo quiero", aseguró Tenca en un reportaje que le dio a Argenzuela, el ciclo de Jorge Rial.
Y si bien esas palabras parecían jugarle en contra en un principio, dos días después de que las dijera llegó la noticia que tanto esperaban Medina, el propio Tenca, la familia del Teto y los pocos amigos que le quedaron de las épocas de gloria televisiva: la justicia no encontró motivos para que siga preso y decidió liberarlo. Una parte del problema está resuelto. Ahora falta la otra: quedar definitivamente desligado de la causa, seguir la vida sin recaídas y demostrarle a su propio abogado que estaba, por lo menos, un poco equivocado.