Luego de lo que se planeaba que sería un fin de semana santo en las sierras y junto a su familia, terminó por ser la escapada más lamentable para el Tucu López quien el jueves 6 de abril, tras decidir salir con su primo a la disco Zebra de Córdoba por un trago, terminó provocando su separación de Sabrina Rojas.
Si bien los primeros días posteriores al viaje del locutor tucumano fueron charlas, mensajes y discusiones que se mantuvieron en total hermetismo en el seno de la pareja, finalmente el lunes pasado salió a la luz que la actriz y ex de Luciano Castro había decidido ponerle punto final a la relación.
Con el correr de las horas se supo que los motivos de la pelea tuvieron que ver con una tercera en discordia: una santafesina de 35 años con quien López se habría conocido en la barra de la disco cordobesa y compartido un momento de charla y tragos.
Situación que no cayó nada bien en Rojas quien recién al otro día se enteró de la salida que había hecho su pareja y donde a través de las redes sociales comenzaron a darle indicios de que el Tucu se habría ido con la mujer en cuestión. En tanto Sabrina se mostró firme en su decisión, el conductor intenta recuperarla.
Arrepentido del daño que le haya podido causar a la actriz y declarando en los medios su amor tanto por su ex novia como por la familia de ella, el locutor intenta recuperar a su pareja. Y mientras espera a que las aguas se calmen y anhela que pase la tormenta, Luis se encuentra ahogando sus penas en su casa y acompañado por su amigo más fiel.
EN QUIEN SE REFUGIA EL TUCU LOPEZ DESDE QUE LO DEJO SABRINA ROJAS
“Estoy como puedo estar, con una distancia que me pesa. Muy triste”, le confesó López a Flor de la V en diálogo con Intrusos. Y es así que se lo pudo percibir desde sus historias de instagram donde reapareció el jueves por la noche y mostrando cómo es su vida lejos de Sabrina… y solo con su perro Elvis.
Entre esos videos el Tucu daba a entender que extrañaba a Rojas, agregando música melancólica de fondo, corazón rojo de emojis e interactuando sólo con su mascota, en quien se apoya para canalizar la angustia, al tiempo que encendía el fuego y hacía una carne a la parrilla para él y su tierno animalito.