El mundo entero de la moda quedó consternado por el fallecimiento repentino de Ricardo Piñeiro. Aunque hace años que se había alejado del espectáculo, su empresa marcó una huella histórica y por años estuvo en la cima.
Su enorme apogeo se dio durante los años 90, donde compitió palmo a palmo con Pancho Dotto. Junto a su colega eran los mánagers más importantes del momento y que reunían a las figuras más top y que muchas de ellas hoy son reconocidas estrellas.
Durante esa época no había más que dos opciones; “las chicas de Richard” o “las chicas de Pancho”. Admirado y muy querido por la gente del ambiente, hoy tuvo su despedida final en su entierro y muchísimas figuras se acercaron a darle su último adiós.
Los rostros de desolación, el llanto, los abrazos, el consuelo que tanto cuesta encontrar en estos momentos y un silencio desolador, es lo que se vivió esta mañana en la iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón. Allí se hizo una misa privada, debido a que Ricardo colaboraba a diario con ellos.
DOLOR EN EL ENTIERRO DE RICARDO PIÑEIRO
Sus problemas con las adicciones, principalmente en el alcohol, fue lo motivó a Piñeiro a querer cambiar de vida. Sin que nadie imaginase estre triste desenlace, su partida conmocionó a quienes lo conocían de cerca y por eso fueron a presentarle respeto.
Si bien en su círculo más íntimo de amistades tenían preparado todo un despliegue para su despedida, la aparición de un hermano de Ricardo hizo que se modificara los planes. De todas formas, muchísimas figuras se acercaron a despedirlo y no evitaron quebrarse al acompañar su cajón.
Producto de un ACV que sufrió en su casa, a Piñeiro lo encontraron en su baño y con muy pocos signos vitales. Más allá de que los profesionales de la salud hicieron lo imposible para salvarlo, su cuadro era irreversible y partió de este mundo a sus 68 años.