Quizás haya sido el último deseo de Silvina Luna. O su última voluntad. Antes de morir, según contaron en Socios del espectáculo al homenajearla este mediodía, modificó la titularidad de todas sus propiedades y todas sus pertenencias para ponerlas a nombre de Ezequiel, su hermano, el hombre que la acompañó a pie firme toda su vida pero en especial durante los 78 días que estuvo internada.
De acuerdo a lo que contó Paula Varela, quien viene de dar una de las primicias del año al anticipar la separación de Rodrigo De Paul y Tini Stoessel, Silvina Luna ya anticipaba "que podía pasar algo con su salud" y en virtud de eso procedió a "dejar todo a nombre de su hermano" con la finalidad de ahorrarle trámites que suelen ser molestos y engorrosos, mucho más en momentos de alta sensibilidad. La burocracia propiamente dicha.
"Por supuesto que ella quería vivir y que hacía todo por superar su enfermedad, incluso con todo tipo de terapias, pero también sabía que su cuadro era grave, conocía la gravedad de la situación, y sabía, digamos, que podía haber una finitud y que se preparó por si esto llegaba a pasar", explicó la panelista en un primer momento. Poco después, continuó: "En virtud de eso, lo que hizo fue dejar todas sus propiedades a nombre de su hermano, Ezequiel".
"Ella tenía cinco.... bueno tenía dos o tres propiedades, y otras pertenencias, y lo que hizo fue una donación en vida a favor de su hermano. Básicamente lo que quiso hacer fue ahorrarle todos los trámites que siguen en estos casos, que son tan incómodos para hacer", agregó Varela.
ANTES DE MORIR, SILVINA LUNA DEJO TODAS SUS PROPIEDADES A NOMBRE DE SU HERMANO EZEQUIEL
Incluso, Varela fue un poco más allá y se preguntó si "esto que hace Burlando de imponer lo del homicidio no habrá sido algo que hablaron entre ellos. Mirá, si te llega a pasar algo qué hago, o cómo me manejo", una teoría que provocó una reacción inmediata de Rodrigo Lussich, quien consideró que "es muy fuerte esto que decís". Paula le dijo "Sí, es muy fuerte, pero ella sabía y era consciente de lo que le pasaba".
En ese sentido, Varela informó que "ella había trabajado mucho algunas cuestiones espirituales. Se rodeó de ucha gente que le habló y que la tranquilizó, le contó que iba a ir a otro plano, que iba a estar bien, que se quedara tranquila, porque se sabía que podía haber una finitud". Más allá de esa afirmación tremenda y muy dolorosas, reafirmó que "Silvina quería vivir y dio todo por lograrlo, pero el cuadro de ella era muy grave".