Ni siquiera una palabra. Tan sólo una letra -en realidad, equivocarse en una letra- le alcanzó a Eduardo Feinmann para que su blooper se volviera viral e hiciera hablar (y reír, sobre todo) a los famosos y anónimos que pululan por las redes sociales.
Feinmann es uno de los periodistas más polémicos de la Argentina. Sus posturas son terminantes y las hace saber le gusten a quien le gusten. Frases como "charuteros" o "La jefa de la banda" se volvieron populares -para bien o para mal- y lo identifican. Otra es su ya casi "bíblica cruzada" contra el lenguaje inclusivo. Si le hablan con "E", y en vez de decirle "hijos" le mandan "hijes", salta como leche hervida.
Feinman protagonizaba su tradicional "pase" con Jonatan Viale en A24 (un espacio de más de media hora que alcanza niveles muy altos de rating) cuando lo traicionó su férreo e inquebrantable rechazo al inclusivo y protagonizó una escena insólita.
Primero se la agarró con su colega, quien le dijo que "están muy concentrados en el tema de la justicia algunos, algunas y algunes". Feinmann explotó. "Nooo, si más a hablar en inclusivo me levanto y me voy eh... Vos sos un universitario" le gritó.
"El presidente habla asi, Eduardo. Respetá..." lo picanteó Jony. "No, no, no. En la república Argentina el idioma es el castellano. No es el jeringoso" se la devolvió Feinmann.
Fue allí cuando se produjo la situación curiosa. Porque Viale leyó la encuesta que le estaban proponiendo a la audiencia. "¿Qué curva te interesa más? La del Coronavirus o la de la inseguridad?" enunció el hijo de Mauro.
"Che, esperame, quién puso votes? ¡Es votos! El que escribió eso..." lo interrumpió Feinmann. Sorprendido, Viale le preguntó "¿Dónde dice votes?". "Dice 3.322 votes" retrucó Feinmann, decidido a dar batalla hasta último momento aunque estuviera incurriendo en un curioso tropezón semántico,
"Nooooo, votes, está en inglés, es en inglés Eduardo" le aclaró Viale, sonriendo. Pero no la dejó ahí: "Estás obesionado con el lenguaje inclusivo". Feinmann sonrió, pero tampoco se quedó callado: "Estoy obsesionado con la pelotudez humana" sentenció mientras todos se reían de su pifiada.