Cada vez falta menos para conocer a los finalistas de Gran Hermano y ya se palpitan las instancias finales. Es por este mismo motivo que cada uno de los jugadores debe tener que cuidarse y tener mucha precaución en cada paso que da dentro de la casa, porque un error o una sanción podría costar una expulsión.
A pesar de qué hay que tener en cuenta esto, los participantes parecen ya no respetar nada y después de que Gran Hermano llamó la atención de Rodolfo el padre de Nacho, por “dar información del afuera”, los chicos no tienen escarmiento.
Lo qué pasó ahora es que Lucila y Nacho fueron vistos en la pileta hablarse al oído sin micrófonos, algo que está prohibido dentro de la casa, debido a que podrían estar complotando a sólo semanas de la gran final.
Esta actitud por parte de ambos podría ser sancionada en las próximas horas, por parte de la producción que se encuentra analizando lo sucedido.
Cabe recordar que el pasado jueves, Gran Hermano le indicó a Rodolfo que si vuelve a cometer el mismo error alguien podría ser expulsado de la casa, dejando entrever que podría ser él, como su hijo Nacho, que tanto hizo por llegar a estas instancias. Luego de escuchar el mensaje, el hombre que vivió muchos años en España, bajó un cambio y dejó de hablar para cuidarlo al joven de 19 años.