Superados los primeros tres meses, aquellos que incluyeron los primeros síntomas de ansiedad, cuando el rigor de la espera se hizo sentir y cada día fue un antes y un después, Eugenia Tobal (43) disfruta con plenitud de su embarazo. No sólo puertas adentro –en la intimidad del hogar que formó con Francisco García Ibar, su pareja hace dos años, y los tres perros que conviven con ellos, Romero, Torito y Corchilove– sino también en público.
Más allá de seguir manteniendo el perfil bajo que supo cosechar y sembrar a lo largo de sus años de actriz, no dejó de ocultar su merecida felicidad, aquella que se le nota a simple vista en el brillo de sus ojos y los gestos que definen su rostro, reunida en cenas de celebración con amigos y, sobre todo, en el cotidiano con su mamá, que desborda de alegría ante la futura llegada de su descendencia.
Con ella, la mujer que le dio la vida a la rubia (ahora es la propia Tobal quien le dará la posibilidad de convertirse en flamante abuela), comparte como testigo privilegiado el crecimiento de la pancita que, más que nada, asoma por las noches, cuando la actividad del día encuentra su calma. Entre tanta y tanta emoción, a modo de legado y clara expresión de cariño, la abuela también dedica sus horas para tejer y tejer piezas que Eugenia recibe con el valor que se le da a lo preciado.
Batitas, abrigos, escarpines en distintos tonos y en blanco, son algunas de las cositas que la abu ya le preparó a su nieta y que a la artista la tienen loca de amor. Y ahora, con cuatro meses de gestación, la noticia pasa por el sexo de la personita que, en los próximos meses, será mimada por ella y el papá, adiestrador de perros, con quien comparte el sueño de formar una familia.
Plena, dichosa, Eugenia anunció que espera a una nena. Y adelantó, incluso, que la princesa que está por llegar llevará un nombre simple, lejos de las ocurrencias legitimas, claro, por las que algunos progenitores suelen optar.
“Sé feliz porque la piedra nunca es tan grande, porque las injusticias se pagan, porque el dolor se supera, porque los errores te enseñan, porque nadie es perfecto. La vida siempre da una segunda oportunidad para todo y pone a cada uno donde debe estar. Cada vez que agradezco a la vida, la vida me da más motivos para decir gracias”, reflexionó la conductora de Cocineros de noche, por la TV Pública, quien todos los días se inyecta heparina para hacerle frente a la trombofilia.
Hay mucho más para disfrutar. Este fin de semana, Euge mostró como creció su panza, que ya llegó a los cinco meses. ¡Hermosa!