La noticia de la muerte de Romina Yan no solo dejó devastada a su familia y a sus amigos, sino que sembró un manto de angustia, desolación y tristeza en todos los jóvenes que crecieron viéndola en los diversos programas de televisión y en aquellos adultos que acompañaron a sus hijos por las tardes junto a esas memorables historias que marcaron un antes y un después.
Asimismo, a pesar de que se crearon varios homenajes para traer al presente su recuerdo, en este 28 de septiembre se cumplen 11 años de aquella dolorosa pérdida, y fue su compañero de trabajo y amigo de la vida, Diego Topa, quien decidió hablar sobre sus anécdotas juntos y confesó las señales que aún recibe de Romina.
“Siempre está, Romina. once años. Es increíble porque parece ayer. Cada vez que hablamos de Romina se me pone la piel de gallina”, comenzó aclarando el animador en una charla con Juan Etchegoyen para Mitre Live.
Cabe recordar, que ambos fueron compañeros en Playhouse, el ciclo infantil de Disney Channel que promovía a los más pequeños a interactuar con la pantalla del televisor y a contestar las preguntas que les hacían sobre ciencia, naturaleza, matemática y los colores, entre otras cosas.
“Uno con el tiempo lo va aceptando pero no podés entenderlo. Tuve la suerte de trabajar con ella, conocer a su familia y a sus hijos. Una gran compañera de trabajo, de la cual aprendí un montón”, continuó emocionado Topa.
Asimismo, la recordó como una “de esas personas que llegan a tu vida y te dejan una enseñanza desde lo profesional y desde el cariño” y halagó la manera de ser de la hija de Cris Morena: “Una persona con mucha luz, con mucho oficio y mucho respeto por lo que hacía. Me shockeó muchísimo todo esto”.
Adentrándose en su vínculo, Diego también explicó que siente que recibe señales de ella, y que de esta manera se encuentra acompañado en su camino del día a día: “Yo la tengo presente mucho. Siempre por algo, se aparece. O encuentro unos tarjetones o estoy buscando fotos y de repente aparece”.
“Estuve grabando doce horas por día con ella y nos charlábamos todo. Tenemos miles de anécdotas. Tengo su sonrisa todo el tiempo. Me aparece en distintos momentos. Las señales de las personas importantes. Era una persona que amaba muchísimo lo que hacía. Cada vez que se aparece por algo, siento que es una señal y de 'seguimos bien'”, concluyó con una sonrisa y la voz quebrada.