Una de las cualidades que diferencian a Flor Vigna (25) de la mayoría de las figuras que van emergiendo en televisión, curiosamente, no tiene nada que ver con el plano artístico. No guarda relación alguna con la capacidad para demostrar, en este caso sobre la pista del Súper Bailando, una preparación superior o un caudal de talento más voluminoso. Nada de eso.
La ex participante de Combate evidencia una gran muñeca en lo que se refiere al manejo de los medios, que advirtiendo su crecimiento paulatino y el aumento de su exposición, comenzaron a buscarla insistentemente en las últimas semanas para conseguir una palabra oficial sobre el verdadero estado de su corazón. ¿Está realmente acercándose otra vez a Nicolás Occhiato? ¿Su separación de Mati Napp fue producto, justamente, de un coqueteo con su ex?
Preguntas que se oyen frecuentemente y que Flor, desnudando una gran tranquilidad para salir del paso, supo responder con aplomo y moderación para lo que significa el show. Sin embargo, todo indica que paulatinamente fue notando que esa postura de evitar la confrontación no era suficiente para calmar la sed informativa de los periodistas.
Varios cronistas la esperaron en la calle tras las grabaciones del reality que conduce Marcelo Tinelli y la reacción de Flor fue, sorprendentemente, muy violenta: “Respétenme”, disparó la bailarina al visualizar que se había montado una guardia para pedirle un comentario con voz propia acerca de su “estado civil”.
Visiblemente molesta por la dimensión mediática que adquirió su adiós con Napp por una presunta infidelidad con Occhiato, Flor explotó: “Quiero que mi vida deje de ser una telenovela. No hicimos nada de lo que dicen ustedes”, suplicó mientras apuraba el paso, tras un desplante abrupto a los que aguardaban escuchar su descargo frente a los rumores.
No pudo ser. Estaba aprendiendo a convivir con todo lo que representa trabajar al lado de Tinelli. De pronto, la situación la superó. Y ahora encima apareció el nombre de Noelia Marzol en el medio que todo lo complica...
