Quienes la conocen saben que Analía Franchín ama a los animales y que esta pasión se remonta a su más tierna infancia. Sin embargo, el amor de la panelista es tan grande que alcanza a las especies que a muchos les causa miedo, asco y repulsión total: las ratas y los murciélagos.
Y así lo dejó en claro en Flor de equipo, mientras hablaban desde el móvil con Yamina, una chica que fue invadida por más de 30 murciélagos en su departamento de La Plata. Cuestión que la mujer aclaró que no le molestaba tanto, porque son bastante limpios.
“Es un bicho re buena onda, te come los bichos, la gente se quedó impresionada por el Covid, pero nada que ver”, los defendió Franchín, antes de contar un recuerdo muy impactante con estos bichitos que pocos quisieran tener en sus casas como mascotas.
“En algo me siento identificada con Yamina, cuando yo era chiquita, mi mamá mató un murciélago en mi casa. Yo odiaba, porque cuando mataba a las ratas, ella las tiraba a la calle y yo las traía de nuevo para adentro”, arrancó.
“Pero, esa vez, lo que hice fue ponerlo en un frasco con formol y lo tuve como dos años de amigo, aunque estuviera muerto”, siguió, ante la cara de espanto y risa de sus compañeras. Y dijo más: “Yo amo a las ratas, son amigos, como los primos”.
Esta no es la primera anécdota creepy de Analía, que una vez contó en una nota para Gente lo que llegó a hacer con un perro muerto. "No aguantaba más, lo desenterré, lo cremé y puse sus cenizas en la mesa de luz. Recién después de seis meses y de una buena sanación emocional, lo dejé ir”, reveló.
Además, el año pasado contó que su mamá también, alguna vez, metió a su perrita muerta en el freezer. “La quería preservar. Estuvo ahí 15 días. Era una cocker…”, dijo Ana en esa oportunidad. ¡Es de familia!