Como conductor de Resto del mundo, Iván de Pineda tuvo el privilegio de recorrer varios países. De cada uno de los lugares que visitó guarda recuerdos y anécdotas que atesora en su cabeza y que trae cada vez que la situación lo amerita. Justamente, en Pasapalabra, el programa que actualmente conduce por El Trece, contó una de ellas, de cuando estuvo en Tailandia.
“Estábamos en medio de la ruta, en ese país, y hacía mucho calor, caminábamos mucho recorriendo, y lo primero que hice apenas me subí al auto, para que la sangre fluyera, porque no daba más, levanté las patas para arriba. Enseguida el querido guía, que nos acompañó durante todo el viaje, me retó: ‘podés bajar las patas, por respeto’, bueno, si, disculpame”, le contó a los invitados.
Pero la situación no terminó ahí, la situación se volvió más crítica cuando el modelo y conductor lo intentó de nuevo. “A los dos segundos, estaba tan cansado, que de vuelta las patas para arriba, y una vez más el reto: ‘podés bajarlas, por favor, por respeto’…Disculpame, es un segundo y las bajo. ‘no, no podés, por respecto’, me repitió y ahí le dije, ¿pero por respeto a quién? ‘Por respeto al Buda’”, detalló.
Para finalizar, contó como terminó la situación. “El auto en el que nos movíamos tenía un buda colgado en el espejo retrovisor y es falta de respeto mostrarle la planta de los pies a Buda. Por eso, cuando se arrodillan, siempre las plantas de los pies están para atrás”.