La verborrágica angelita se mostró un tanto alterada entre las historias de su cuenta de instagram, no solo porque tenía visitas en su casa por parte de su marido sino porque habían sucedido varias cosas en torno al viaje de egresados de su hijo Dieguito y que necesitaba compartir con su seguidores.
Luego de hacer varios chivos en las redes sociales, Yanina Latorre se dispuso a desahogarse desde el baño de su casa. ¿Qué pasó? Resulta que luego de que le hicieran el test de Covid a los chicos que se iban de viaje de egresados a una compañera de su hijo le dio positivo, por lo cual tuvo que quedarse aislada en Buenos Aires.
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Sin embargo, horas más tarde le informaron a la joven y a la familia de ella que se habían equivocado y no tenía coronavirus. Sacada, enojada y con bronca, la mujer de Diego Latorre se desquitó con Alberto Fernández por las medidas y los empleados a cargo de los testeos y exigió un vuelo para la menor que se estaba perdiendo el viaje.
Asimismo, Yanina se dirigió a la empresa de viaje que llevó a su hijo y sentenció: “No es que mi hijo va en primera y hacen para que la loquita se queje en instagram. Lo que no quiero es quejas de la comida y que todo salga bien. Los cuartos limpios y que les cambien las toallas. No es una amenaza, es lo que quiero y lo que pagué”.
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Lejos de calmarse, la panelista de LAM redobló la apuesta y volvió a arremeter contra las mujeres del chat de mamis del colegio de su hijo de 18 años, “Chicas, aflojen. A la mañana cuando me levanto suben fotos de las tostadas de los pibes. Tengo el teléfono lleno de mierda y estoy todo el día borrando fotitos. ¡Mandan giladas! Chicas, por Dios”.
"Suben fotos hasta de las tostadas de sus hijos. Tengo el teléfono lleno de mierda. Pobres pibes. Es peligroso que sean tan metidas y pelotudas", despotricó la angelita.
“Pobres pibes. Yo no mando nada. Me asombra. Es peligroso que las madres sean tan metidas y tan pelotudas”, lanzó indignada Latorre y reconoció: “Amo que me odien, amo que me critiquen y tengan chats paralelos y digan esta loca… . Es que me deprime mucho el chat de mamis”.
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“Mientras estoy trabajando y entran, entran, pero entran pelotudeces en los mensajes. ¡Mis cambios de intensidad! Psiquiátrica. Estoy nerviosa, me levanto a las 6 de la mañana”, cerró Latorre antes de bajar a saludar a los invitados a cenar de su esposo.
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