Centrado, siempre apacible como si profesara una introspección constante de su espíritu. Marcos sobresalió por su temperamento ubicado, de mucha tranquilidad en la selva de Gran Hermano y convenció a los espectadores para que lo eligieran como el gran ganador.
El salteño sobresalió de ese enjambre de personalidades resonantes, de esa competencia feroz por atrapar los millones y millones de pesos en premio y sobre todo por acaparar el cariño del público, ese que se volcó en masa a acompañar el retorno del reality a la pantalla chica.
Desde su consagración, Marcos Ginocchio experimenta todo tipo de situaciones, de vivencias nuevas, siempre con el foco de la mirada de millones de personas sobre sus hombros, para dilucidar cada movimiento y cada gesto que ejecuta ahora en la vida “normal”.
Dentro de los múltiples desafíos y aventuras que le depara el destino por su fama grandilocuente, el salteño viajó a Uruguay para llevar a cabo algunas acciones comerciales y aprovechar su impacto para recaudar dinero, con esas actividades lucrativas.
EL VIDEO DE MARCOS BAILANDO EN URUGUAY
En ese traslado, Ginocchio se hospedó en un hotel de lujo, en el que se armó una fiesta improvisada, una reunión divertida, para la que se ambientó el lugar con luces, humo, música y DJ. En ese instante de entretenimiento, Marcos cayó en las garras de un celular indiscreto.
Así se viralizaron con fuerza las imágenes del campeón de Gran Hermano en pleno baile, con mucha soltura, un lenguaje corporal de relax poco coincidente con sus rasgos de personalidad. Con la canción Turreo Sessions número 723 de fondo, Marcos zarandeó el esqueleto a full y un usuario lo posteó: “Salís a bailar y está el primo”.