La China Suárez está acostumbrada a ser el tema de muchos medios desde que es una adolescente. Los dramas siempre fueron parte de ella y eso muchas veces le molestó pero no hacía nada al respecto para cambiarlo. Con el paso del tiempo los problemas se fueron haciendo cada vez más graves.
Las mujeres se dividen en dos, las que admiran a la China ya sea por su belleza o actitudes y las que no se la bancan porque creen que tiene pésimos valores que debería repensar para mejorar un poco su vida. Pero a ella nada ni nadie la toca. Nunca le importó mucho todo lo que la gente opinaba o decía de ella.
Marcela Tinayre, por ejemplo, es una de las mujeres que tuvo el agrado o desagrado para muchos de ser suegra de la China. Y la hija de Mirtha es muy parecida a su madre, no se calla nada y el haber compartido familia con Suárez debe haber sido un infierno. Las dos tienen un carácter fuertísimo que nadie quiere poner en duda.
Ayer, Marcela charló con Ángel de Brito sobre la relación que tenía con la China cuando era novia de Nacho Viale. Fue entonces Tinayre sentenció: "No, no. Fue poquito y nada, era muy chiquita, muy chiquita y pícara". Pero no quiso decir más sobre la ex de su hijo, no porque no quisiera, sino por respeto a Nacho.
Pero Ángel siempre quiere más y si no le pudo sacar información sobre cómo era su relación, si lo hizo con la opinión que Marcela tiene sobre la China en el famoso Wanda Gate y obvio, Tinayre no se calló y la destrozó en vivo. Así, la imagen de Suárez es hundida cada vez más y más. Pero ella no hace nada para evitar que esto ocurra.
Cansada de todo, la madre de Juana apuntó directo contra la China: "La que quedó pésimamente mal parada es ella, es mamá, porque además los chicos lo van a leer el día de mañana, ya tiene una hija más grande". Pero Suárez se adelantó a eso y le dijo a Fantino que a los únicos que le daría explicaciones sería a sus hijos.
