El embarazo se erige en un estadio maravilloso, repleto de sensaciones únicas y que marcan a fuego a las mujeres. Un proceso de la naturaleza que construye emociones indescriptibles y que irradia todo a su alrededor de una vibración espléndida.
Claro que también existen algunos detalles incómodos, que distan de la felicidad y la dicha, y que se vinculan con reacciones del cuerpo, de un cuerpo que transita una transformación. Ese lado B de la dulce espera le acontece a Belén Francese, que camina por la semana 26.
La actriz visitó el living de Pampita, en una coincidencia total de dos bellezas embarazadas, y el tema brotó naturalmente. En ese clima ameno, la vedette se animó a revelar varias circunstancias que le acontecen en estos meses.
Con un tamiz de humor, Belén se lanzó a armar una comparación muy peculiar de algunas consecuencias en su figura: “No todo es color de rosa... Me costó una barbaridad. Me siento un sapo, toda hinchada. A la noche soy un jabalí como respiro, me agito. Le digo a mi pareja que se vaya a otra cama”.
Francese continuó con la descripción de algunas manifestaciones negativas y agregó: “Se me dificulta la respiración. No ronco, pero respiro... Horrendo. Y los pechos tienen vida propia”. Siempre con una sonrisa a flor de piel.
En el cierre, la famosa también compartió una reacción sensual de la dulce espera y contó: "Las náuseas fueron tremendas al principio. Pero después, en el cuarto, quinto mes de embarazo pasé por una etapa de porno star, pero se me bajó un poco. Mi marido estaba chocho”. Mientras Pampita confirmaba que todo eso pasa en la gestación.