Esteban Lamothe saltó a la popularidad tras su papel en Guapas, la tira de Polka donde tuvo la oportunidad de su primer protagónico. Desde entonces, lejos de los cánones de belleza tradicionales y con sus rasgos exóticos, el actor pasó a ser uno de los favoritos a la hora de elegir la figura masculina principal en ficción.
Y si bien para muchos ese fue el despegue del artista, fue él mismo quien reconoció que también le dio chapa el hecho de haber hecho Abzurda junto a la China Suárez. Con una carrera siempre en ascenso siguió con Educando a Nina y el cura bueno de La 1-5/18, entre otros.
Pero es por estos días que Esteban disfruta de un nuevo logro laboral en medio del éxito de Envidiosa, la serie de Netflix que también protagoniza junto a Griselda Siciliani y Benjamín Vicuña, en la que también hace de anti héroe, o anti galán si se piensa en los viejos estereotipos.
A raíz de ello, fue el propio Lamothe quien, invitado a Pic Nic extraterrestre, el programa que conduce Moria Casan en la plataforma de streaming, contó cómo lleva ese mote y si la fama lo ayudó a la hora de tener levante. “Ni en la primaria ni en la secundaria”, comenzó en cuanto a si era seductor.
EL PRECIO DE LA FAMA
“Era el tercero, cuarto, quinto”, continuó el actor que luego profundizó: “Había tres más lindos que yo siempre. Pero después de que en la tele te pongan "che este tipo es lindo" y lo señalen, obvio que cambia. Sin eso, mucha gente me vería en la calle y por ahí diría ´bue, un flaco narigón más´”.
“Los del montón. Y después de la tele, sí…”, sumó. A lo que La One lo interrumpió: “Para mi la belleza no es lo que normalmente aceptado para mi. Nunca la que fue la cosa perfectita, la de la naricita, a mi me la bajó, me la secó. Salvo Marlon Brando, Brad Pitt. Voy por otro lado”
“Cambió todo. A los 33 empecé un poco a descubrir. Yo venía de una familia de clase media baja. Cuando vi que tenía que ir por ahí le metí con todo. Hice una película, El estudiante, ahí comencé”, remató Esteban.