El amor no conoce de razón, ni de lógicas, ni de ningún tipo de cuestión más que de un sentimiento, que brota y atraviesa todo. A pesar de esa característica tan natural y maravillosa, los prejuicios continúan latentes, como en el caso de Alberto Cormillot y su esposa Estefanía Pasquini.
La pareja luce espléndida, totalmente enamorada y disfrutando de la crianza de Emilio. Claro que la noticia del casamiento, allá por 2019, generó una serie de reacciones de diversos espectros por la diferencia de edad, que se engloba en los 47 años entre uno y el otro.
Por eso, este tema siempre surcó la cotidianidad del matrimonio, principalmente en las redes sociales, donde el anonimato estimula a las críticas, a los comentarios maliciosos, a las injurias infundadas y sobre todo dolientes de esas que proliferan en ese universo digital.
Estefanía suele moverse con mucha intensidad en las plataformas, sobre todo en Instagram, donde comparte varias cuestiones de la cotidianidad del hogar familiar, de los diferentes pasos de su hijo, de algunas actividades que comparten con Alberto.
Justamente en ese mundo le han consultado en infinidad de oportunidades sobre si le pesa la brecha etaria, si en algún momento lo percibió como un problema o un factor a tener en cuenta. Más allá de todo, Pasquini ha respondido que no le importa en lo absoluto.
En ese sentido, Estefanía juntó valor y armó una storie en su perfil y se refirió de esta cuestión para expresar con mucha claridad: “Fuimos atacados por las diferencias que todos conocen, otra razón más para decir: ¿es justo el discriminar?”.
En las últimas horas también mostró la visita de sus padres a la casa, quienes tienen una edad menor a Alberto Cormillot. En esa captura de ese momento, la cordobesa contó: “Mientras mamá trabaja, Emilio o el abuelo. Alguien pasea a alguien”.
