En plena temporada de verano y en tanto la rompe sobre el escenario desplegando su talento y carisma en uno de los papeles más jugados y ricos de lo que va de su carrera artística, Federico Bal nos recibió en el camarín del teatro Roxy, Radio City, y se sumó a la sección #3minutos+ de Paparazzi.
En ese contexto, y mientras llevaba adelante las tres horas de producción y preparación que requiere su personaje en la obra Kinky boots, el hijo de Carmen Barbieri habló de todo y profundizó sobre su nueva vida amorosa donde apostó, y bien lleva, una relación a distancia y por el mundo con la bailarina Flor Díaz.
“Es un personaje que no es para sacarse el jean, ponerse la ropa y salir al escenario. Hay un universo que respetar, meterme en el universo femenino, entender que si no vocalizás y metés la nota no llegás. Es el trabajo más exigente que tuve en mi vida. Es un personaje con muchos colores”, comenzó el actor en la previa.
Y siguió: “La gente se va llorando, se emociona, se caga de risa. A veces tengo cambios de 40 segundos. Es como entrar a ciegas, mis asistentes muy concentradas, sin ellas no existo”. Siguiendo con la charla Fede destacó cómo es su rutina al ponerse en la piel de una mujer.
FEDE BAL HABLO DE SUS SENTIMIENTOS POR MAR DEL PLATA
Justo en el día en que había ido a broncearse con soplete y a hacerse las manos, Bal comentó: “Por primera vez emoezás a entender cuando estás esperando a una mujer en el auto, no baja y de golpe la ves toda hermosa. Entendés que hubo una preparación y eso te lleva a respetar más”.
“Este proyecto tiene esto actoral tan increíble y en lo personal vincularme con el mundo femenino. Me acuesto muy tarde. Tuve que hacerme ese soplete porque estoy blanco y parece que estoy trabajando en Bariloche. Me encanta la noche en todo el mundo pero me pasa con la de Mar del Plata que tengo todos los dueños de playas y boliches y restos amigos”, profundizó Fede.
Y reconoció: “Vengo desde que tengo 0 años. Es mi casa. Acá todo el tiempo hay planes. Cómo salís de este personaje no puedo irme a dormir y ver tele porque estás en una que es muy difícil bajarte también. A veces voy a comer y le hablo al mozo como si fuese Lola, el personaje”.
“Me voy a bailar hasta cualquier hora, amanezco, me voy a tomar un café con mis amigos hasta las 10 de la mañana y ya duermo todo el día. Porque la arena, el mar, el frío… hay un tiempo de recuperación que necesito. Sobre todo vocalmente. Se rompen prejuicios cuando vienen a verme como el pibe del Bailando, de los problemas de amor, de los romances y se van que no entienden nada”, manifestó.
FEDE BAL CREE QUE LA CONVIVENCIA ARRUINA TODAS LAS RELACIONES
Finalmente, el actor multifacético hizo hincapié en su vida sentimental y su relación con la bailarina Florencia Díaz luego del beso en un supermercado que se viralizó y lanzó: “Quedó como si era una fila por ese precio para dar besos. Era barato. Encontré un equilibrio hermoso”.
“Encontramos la cura y la enfermedad. Siento que la convivencia arruina muchas parejas. La rutina, la convivencia… y con ella no tenemos eso. Cada día que nos vemos tiene que ser el más lindo. Nos preparamos, hacemos planes, nos encontramos mucho en el mundo. La vida es mágica con ella. El lunes conocí a sus papás”, expresó el actor.
Y remató: “Divinos. Tiré una carne a la parrilla que hacía un montón no prendía el fuego. Me conecta con ese lado de familia que tengo bastante apagado. Soy medio reo en eso. Sos mi novia y listo. Nunca sabes cuándo te llegan estos momentos, y me llegó. No pienso mucho en ser padre, sería muy obsesivo, rompe huevos. Creo que sería un sueño muy lindo pero que no tengo tan presente”.
