Flor Peña quedó envuelta en una acusación esteril, sin sustento que se desmorona por el peso propio de la ridiculez. Algunas voces, incluso de legisladores nacionales, la acusaron de ser el “gato” del presidente por la filtración de un registro de visita a la Quinta de Olivos.
Inaudito que en esta era se continúe con un desprecio simplón y con tintes discriminatorios contra una mujer, por el solo hecho de reunirse con el máximo mandatario. Desde que las críticas tomaron mayor fuerza, Florencia decidió responder con vehemencia y seguridad.
Después de realizar un descargo potente, con argumentación sólida, Peña profundizó en sus sensaciones en un diálogo exclusivo con Paparazzi. La actriz ratificó su manera de afrontar este escenario de ataques.
Respecto a su valiente discurso en Telefe, Flor explicó: “No tendría que haberme defendido de nada, porque no hice nada de malo, no hice nada que no hubiesen hecho muchos hombres, parece que molestó que lo hice solamente yo, que fue ir a una reunion para hablar de la situación de los actores”.
En cuanto al apoyo que recibió del colectivo de mujeres, la artista contó: “Todas, todas me bancaron. Lo importante es que esto despertó mucho repudio, porque es una operación que tomaron diputados de la Nación. Claro que es a propósito, pero no les salió bien, porque generó repudio y el debate”.
Sobre sus primeras impresiones ante la viralización de la noticia, Flor aseveró: “Me puse triste porque no entendía semejante violencia. Si esto sirve para construir un debate sobre cuál es el límite, bien”.
Y por último se refirió a su fortaleza, esa capacidad de atravesar por el fuego enemigo y mantenerse estoicamente. “Siempre me la banco, y como que lo que me sucede termina siendo algo bueno. Lo bueno nace de lo malo, me la banco”, concluyó Peña.
