Munich, Baviera, Alemania. Octubre de 2021. En sus calles arboladas se sienten los primeros frescos del otoño europeo. Las hojas se pusieron amarillas, las temperaturas ya empezaron a bajar y hasta los hábitos alimentarios comenzaron a modificarse porque se va el calor y se viene el frío.
Con nuevo entrenador, el Bayern sigue ganando, goleando y gustando, y se prepara para salir de nuevo a la caza de la Champions. Un poquito más abrigada que hace unos días, bella y elegante como de costumbre, inteligente y y familiera desde siempre, por ahí camina y anda Evangelina Anderson.
Hace años que la rubia abandonó la Argentina y se fue a recorrer el mundo -en realidad, el viejo continente- al lado de Martín Demichelis, un aguerrido y recio defensor cordobés que salió de River y completó una extraordinaria carrera internacional, al punto de que es un referente y un ídolo del Bayern, uno de los clubes más grandes del mundo.
También jugó en el seleccionado y hasta disputó el Mundial, el certamen que todos quieren jugar y al que muy pocos acceden. Los buenos en serio.
Evengelina siempre estuvo con él. Apoyando y acompañando. Tienen 3 hijos, los "abrojitos" como les dice ella. Pero antes de disfrutar de ese idílico tránsito por el llamado primer mundo, Eva se hizo famosa (muy famosa) en la Argentina, al punto de que en algún momento se la consideró la mujer más linda del país.
Llevaba en su sangre y en sus genes algo que se trae innato y que no se compra con dinero, un don que regala la naturaleza: combinaba, como pocas, la sofisticación, la elegancia, la belleza y la distinción con esa cosa popular que no tienen todas.
Algunas tienen lo primero, y otras lo segundo. Muy pocas, en cambio, llevan en su cuerpo las dos. Puede ser Pampita, pero no muchas más. Pues bien, Eva era una de las privilegiadas y algunos hasta le veían futuro de diva. Hasta que se subió al avión y, por lógica, perdió cierta presencia en la Argentina.
La mala onda de Wanda con Eva surgió cuando Paparazzi publicó que Maxi López había querido conquistarla antes de ponerse de novia con ella. Desde entonces son irreconciliables. Antes eran "primas".
En aquellos años de fuego y gran exposición, Eva y Wanda Nara tuvieron una relación cambiante. Primero fueron compañeras, amigas y "primas", pero después se pelearon a muerte.
La mala onda de Wanda con Eva nació cuando Paparazzi publicó que Maxi López había querido conquistarla antes de ponerse de novia con ella. Pero Anderson nunca aceptó las invitaciones a salir ni estuvo con el ex delantero de River y el Barcelona.
Tiempo después, en otra tapa de Paparazzi Eva entregó un título memorable: "No voy a permitir lo que dijo de mis hijos". Wanda había publicado un tuit tratando de "feos y negritos" a los chicos de la pareja Anderson-Demichelis.
Estos días, una frase resonó contundente y determinante en el círculo íntimo de Eva en Munich. "Ufff, lo que le espera a la China. Le va a hacer la vida imposible ahora", se escuchó, aunque nadie pudo precisar quién lo dijo. Para conocer su visión sobre el "Wandagate", Paparazzi entró en contacto con la modelo, quien se limitó a contestar "No voy a contestar nada porque no me corresponde opinar".
Y después de responder eso, se fue a seguir viviendo su vida europea. Cerca ya del frío, lejos del calor que se viene en la Argentina y del hervor que arde en una casa de París. ¡Exclusiva! ¡Y en tu cara, che!