El pasado fin de semana pareció que la calma había llegado en la tormenta, en esa tirantez habitual entre Nicole Neumann y Fabián Cubero, a partir de compartir con cierta concordia el bautismo de Allegra. Incluso, ambos famosos postearon imágenes del evento.
En esa ceremonia tan íntima, y festejo posterior, también se apersonaron Mica Viciconte y José Manuel Urcera, las actuales parejas de Poroto y Nikita. La lectura desde el exterior remitió a una posibilidad de convivir con armonía, pero a las horas se desató una batalla dialéctica.
Pero algo sucedió, al menos por lo que desprendió de las declaraciones de Mica, que a los días describió un escenario de conflicto: “Vuelve a pasar otra vez lo mismo del maltrato, de los malos tratos y llega un punto en que se cruza un límite. Hace cuatro años que tengo una relación y jamás pasó nada. No me ensucien más”.
Incluso, la ex Combate se animó a narrar una situación en particular, que significaría un comportamiento errático de Nikita."La fui a saludar, le acerqué el puñito y me dejó ahí colgando", exclamó la actual novia de Cubero en una entrevista televisiva.
Ante todo este contexto extraño, de declaraciones cruzadas y desmentidas, Paparazzi buscó a Neumann y la encontró en las puertas de Kuarzo, donde se presenta a diario para grabar el ciclo Los ocho escalones del millón. Inmiscuida en su trajinar, la modelo soltó algunas concepciones interesantes.
Respecto a la acusación de Viciconte de negarle el saludo, Nicole exclamó: “Ay chicos, hay mucha mentira dando vueltas. Yo estaba disfrutando la comunión, sacándome fotos con mis hijas, con sus amigas y con mi familia. Como ya conté que pasamos un almuerzo divino en familia en mi casa, lo único que importa es que ella haya tenido una comunión divina. Nada más”.
Ante la insistencia del cronista, astuta, sobre si Mica mintió, Neumann atinó a exteriorizar: ”Nada más, les dejo un beso, no me engancho en pavadas, tengo mucho que hacer”.
