Impensado e inesperado. Nadie se lo imaginaba, ni había indicios que apuntaran en esa dirección. Laurita Fernández se expresó en infinidad de ocasiones como una etapa concluída, cerrada, de la que rescataba aprendizajes. Aunque, es cierto que siempre reconoció que el amor experimentado fue el más importante de su vida.
¿Quién lo hubiese dicho? Lo cierto es que la bailarina está en plena reconciliación con Nicolás Cabré, luego de esa mentada ruptura que aconteció en la cuarentena y que provocó su mudanza del country a su departamento de Palermo.
¿Qué pasó? Resulta que en Intrusos brindaron una información que causó un sismo. Gastón Záffora develó un entramado increíble, y paso a paso fue detallando las pruebas del acercamiento de los actores. El panelista consiguió un documento exclusivo, más precisamente una foto, que fue captada el sábado a la tarde.
"Hablan, se ven y están en plena reconciliación", dijo Záffora.
En la imagen, que le cedió un vecino del country, se ve a Laurita y Nicolás caminando por las calles, muy cerquita. De hecho, esa fuente le contó al periodista que al detectar la cámara se metieron en la casa del artista, esa misma donde convivieron varios meses en el inicio del aislamiento.
Gastón contó todo el meollo de esta situación: “Me llamaron el sábado y me contaron con quién está hoy Laurita. No es una pareja nueva, reincide Laurita. Siempre ella dijo que estuvo muy enamorada de esta persona. Hay una foto con esta persona. Reconciliación de Laurita con Nico Cabré”.
Luego, el panelista mostró la instantánea que consiguió de un residente del barrio privado y describió: “Cuando ellos se dan cuentan que los estaban por fotografiar, automáticamente doblaron y se metieron en la casa de Cabré”.
Laurita había dicho, en aquellas declaraciones a Revista Gente, que dio a fines de julio, palabras muy amorosas sobre Nicolás: “No era sólo un noviecito con el que vivía el hoy. Le deseo lo mejor y que encuentre lo que necesita hoy para su vida”. Entonces, ese fuego latente, ese sentimiento enorme continúa vivo.
