Facundo Moyano tuvo su momento de explosión mediática. En el corto tiempo que duró su romance con Nicole Neumann, las cámaras y las guardias periodísticas eran moneda corriente en su vida. A cada evento al que iba, cronistas y reporteros lo seguían desde que entraba al lugar hasta que se retiraba.
Reconciliado con Eva Bargiela, y aunque sus tiempos de “coqueteo” con el mundo del espectáculo se han ido espaciando, el diputado nacional sigue expuesto en los medios a consecuencia de su carrera política.
Amante de los cuidados estéticos y del boxeo, aquella actividad que lo mantuvo inquieto, en forma y entusiasmado hasta que arrancó la cuarentena, por estos días su pasión extra laboral está trunca y no puede despuntar el vicio. Pero el amigo de Susana Giménez ya le encontró una alternativa a la escasez deportiva.
Puertas adentro de su casa, a falta de elementos necesarios para llevar adelante una rutina concreta, el miembro de la cámara de diputados desde 2015 se la ingenia para generar alternativas de movimiento.
Invitado al programa Sobredosis de TV, por C5N, Facundo compartió los detalles de un reciente desafío, que compartió con el tenista Guillermo Coria.
"Empecé a practicar y practicar golpeando el pecho con el piso y me salió ", contó el diputado sobre su desafío puertas adentro
“Soy bastante deportista y el domingo me puse a hacer fuerza de brazos. Tengo solamente dos mancuernas y no puedo ir al gimnasio ni hacer boxeo. Hice un desafío de hacer treinta flexiones de brazos en veinte segundos…”, contó el morocho.
“Al principio no me salía. Empecé a practicar y practicar golpeando el pecho con el piso y me salió. Entonces, les hice un desafío a varios deportistas y amigos y, por supuesto, Guille lo cumplió. Eso sí, estuve una semana con que me dolía todo”. Ya volverán los días en que Moyano se pueda subir a un ring.
