La época que atravesamos es sensible para todos. Claro, hay sectores de la sociedad que tienen capacidad financiera para hacerle frente de mejor manera que otros. Sin embargo, como sabemos, la pandemia de coronavirus es implacable con sus efectos y excede el estatus social de cada integrante de la población.
Los artistas son uno de los sectores afectados por esta realidad, no tienen proyección concreta de cuándo podrían retomar sus actividades y saben que será uno de los últimos rubros de la industria nacional que se pondrá nuevamente en movimiento.
Fátima Florez (39), artista de talento indiscutido y que se ganó hace varios años ya el cariño del público, está transitando su “parate” a pura creatividad y acción, como ella misma cuenta. Lejos de los escenarios, de sus espectáculos montados en calle Corrientes o en los destinos turísticos por excelencia, de compartir horas arriba de las tablas con bailarines y cómicos y de recibir premios de envergadura, la rubia no pisa la calle hace un mes.
“Terminamos la temporada de Mar del Plata el 8 de marzo. Los que nos informamos veíamos por los medios las noticias del mundo e intuíamos que iba a venir todo esto, entonces me quedé allá unos días más, descansando un poquito de todo lo trabajado. Cuando decidí volver, justo a los dos días decretaron la cuarentena. Salió todo bien dentro de esto que estamos pasando. Y no salí nunca más…”, arrancó su charla con Paparazzi.
–La típica por estos días: todos nos dedicamos a ordenar cosas pendientes, ¿fue tu caso también?
–Estuve ordenando todo, sacando las cosas que uno ya no usa, y regalando otras. Algunas cosas estuve dando y otras me quedaron para cuando termine todo esto. Más alla de la cuarentena, eso siempre está bueno hacerlo. Ordené placares, cajones, cosas de vestuario que uso para los espectáculos, pelucas, zapatos. Por otro lado, me gusta mucho cocinar así que ahora que tengo más tiempo, lo hago. Lo tomo no solo como un pasatiempo sino que me gusta cómo me salen las cosas. Norberto está contento jaja… Las comidas preferidas o que mejor me salen hacer son el pollo al horno con papas, batatas, cebollas y morrones, y las tartas de verdura. Nosotros hicimos una compra grande porque sabíamos que no se iba a poder salir, así que vamos racionando lo que tenemos. Yo soy más de lo salado que de lo dulce, pero a la noche me empieza a picar el bichito de algo dulce y entonces recurro a un pedazo de dulce de batata o de mantecol, que es lo que más me gusta. Prefiero eso al chocolate. También como bastantes frutas secas.
–¿Para mantenerte en forma cómo hacés?
–Como hay que mantenerse en forma, todos los día uso el gimnasio que me armé en mi casa hace varios años. Elongo, hago bastante aeróbico y algo de musculación también. En mi caso no sólo es importante por lo estético sino por la exigencia física que tienen los movimientos de los personajes, como también por un tema de respiración.
–¿Cómo mantenés el contacto con el público, tu gente?
–Estoy a full haciendo videos en Tik Tok, que me lo abrí ahora y se llama igual que mi cuenta de Instagram, Soyfatimaflorez. Aprovecho para darle bastante bola al tema de las redes, lo uso como una forma de contactarme con el público. Y hago material que me pidieron para el exterior. También preparo personajes y ultimo los detalles de un show con varias fechas que teníamos programados para abril en Miami y que estamos viendo para cuándo será postergado. Trato de ponerle onda y humor a esta etapa. Todos estamos en nuestros hogares, todos nos aburrimos en algún momento, así que…
–Imagino que debés pensar mucho en cuándo podrás retornar al escenario…
–Lo que va a pasar con la industria del teatro es una incertidumbre total, estamos viviendo el día a día a ver qué va pasando, cómo continuará… A primera vista pinta para largo. En lo inmediato el teatro, de acá a tres meses, está difícil que pueda moverse. Escuchamos a empresarios importantes como Rottemberg y Grinbank que dijeron que el espectáculo es lo último que se va a incorporar a los hábitos. Soy la primera en querer volver ya a los escenarios, pero estamos a la espera. Por eso estoy empezando a gestar el show del verano, a gestionar cosas nuevas.
–¿Con Norberto, tu esposo, les cuesta mantener la armonía en cuarentena?
–Con Norberto llevamos diecisiete años en pareja, así que para nosotros no es nuevo esto de estar tanto tiempo juntos. Pero más allá de los años compartidos, tiene que ver con que nosotros estamos siempre juntos, las veinticuatro horas del día. Vivimos, claro, bajo el mismo techo y también trabajamos juntos. Él es el director de mis espectáculos.
–Sos muy religiosa, ¿en estos tiempos te estás aferrando más que nunca a la fe?
–Estoy orando. Rezo todas las noches antes de irme a acostar. Siempre, primero, doy las gracias y después, sobre todo en estos momentos, pido por salud, para que esto encuentre un punto final y que no haya tantas víctimas. Soy devota de San Expedito y tengo mi altar donde, además, tengo a la virgen, a Jesús, estampitas de San Benito. Este verano estuve yendo mucho a la Gruta de Lourdes. Al Padre Ignacio he ido a verlo a Rosario. Me gusta todo lo que sea conectarse con la religión y con uno.
–Ideal en estos momentos…
–Estos momentos son de parar la pelota a nivel planeta, de una acción que nos incluye a todos sin excepción. El planeta también necesita un respiro. Hay que ser conscientes de que hay que quedarse en casa por el tiempo que nos indiquen, que estamos pasando un momento difícil, pero vamos a salir de ésta. Y que, si Dios quiere, lo haremos más fortalecidos. Esa es la esperanza que tengo.
